Panic show: la suba del dólar en la peor semana financiera de la era Milei

Al mercado no lo mueve el amor, sino la tasa de ganancia. La escalada de los dólares paralelos y la baja en bonos y acciones fueron provocadas por quienes apoyan y aplauden al Gobierno. ¿La estabilidad financiera empieza a crujir?

Horas antes de que Javier Milei y su banda libertaria rockearan en el Luna Park, el mercado le advertía al Presidente que no lo mueve el amor, sino la tasa de ganancia. El libertario, sin dudas, celebraría ese ánimo de lucro, si no fuera porque la fuerte suba de los dólares paralelos y la baja en bonos y acciones fueron provocadas por los actores que lo aplauden, buscan selfies y sostienen la precaria estabilidad financiera que promueve y festeja el Gobierno.

Los dólares paralelos acumulaban hasta este miércoles una suba en torno al 25% desde mayo. Interrumpieron una larga siesta. El blue inició el mes en torno a los $ 1045 en los que navegó en los últimos dos meses y tocaba, al cierre de esta edición, los $ 1300. Las cotizaciones bursátiles hacen recorridos similares, con subas de más de 10% en dos días. El contado con liqui llegó a venderse a $ 1280, aunque descomprimía hacia el mediodía. La calma cambiaria que le permitió al Gobierno celebrar la fuerte reducción de la brecha a niveles inferiores a 20% parece llegar a su fin.

La corrección del tipo de cambio no fue la única. Entre martes y miércoles (días de los discursos de Milei ante el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas y la presentación de su último libro) los bonos y las acciones sufrieron fuertes caídas. Hasta el miércoles al mediodía, las pizarras seguían con números en rojo. En paralelo, la liquidación de divisas de la cosecha gruesa, que abastece al Banco Central y a la oferta del “contado con liqui” y venía lenta, se ralentizó aún más. Un panic show financiero a plena luz del día.

¿Por qué se despertó el dólar? Varios factores se acumularon en estos meses de estabilización y apreciación cambiaria. Pero venían implícitos en la política económica que el mercado convalidaba. Algunos analistas comienzan a ver un cambio en la lectura política que hacen los inversores. Básicamente, que la oposición empieza a marcar límites a las reformas que promueve Milei y que los portfolio manager locales y de Wall Street quieren.

La tasa y el Bopreal

Algunos ponen el punto de quiebre en la última baja de la tasa de interés del Banco Central, la semana pasada, que derritió los rendimientos en pesos de plazos fijos y billeteras a un 2,5% mensual, cerca o algo menos de la mitad de la inflación esperada para mayo. El BCRA busca licuar sus pasivos y, a la vez, incentivar a bancos a invertir en deuda del Tesoro, que rinde más que los instrumentos de la autoridad monetaria.

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Este motivo, por sí solo, no alcanza para explicar el despertar de la fuerza. Primero, porque, según los mismos bancos y sociedades de Bolsa, los ahorristas vienen vendiendo dólares en los últimos meses para cubrir gastos. Una fintech importante remarcó que, al menos desde febrero, la mayoría de las transacciones de sus pequeños ahorristas son ventas. Las empresas, que podrían mover la cotización si dolarizan sus flujos de fondos, tienen más restricciones para operar con divisas en el mercado paralelo.

Un factor más determinante fue la regulación del Banco Central que les permitió a las multinacionales, y en particular a los bancos, suscribir bonos Bopreal para girar dividendos al exterior. Los bancos convalidaron, mediante esa operación, un tipo de cambio en torno a los $ 1300 por dólar, que funcionaría, al menos por ahora, como techo a la suba de las cotizaciones paralelas. Suscribieron bonos por U$D 1640 millones nominales. Si se vendieran en el mercado para salir vía contado con liqui, implicaría una demanda de unos U$D 1300 millones. La salida no es masiva, pero presiona.

Los agrodólares

La lenta liquidación de la cosecha gruesa es más relevante. Hasta la semana pasada, las cerealeras vendían entre 120 y 160 millones de dólares por día en el mercado único y libre de cambios, que tiene como comprador casi exclusivo al Banco Central. Pero, por el “dólar blend” 80/20, el 20% se liquida en el mercado paralelo. Esta semana, las ventas bajaron a la mitad. El BCRA compró menos divisas y hubo menos oferta en el segmento de contado con liqui. La expectativa inmediata no es alentadora.

Según la consultora FyO, las cerealeras compraron el 33% de la producción de soja. El promedio histórico para esta época del año es de 41%. Solo el 14,3% de las ventas se hicieron a precio fijo, contra un promedio de 23,6%. Eso quiere decir que los productores que entregan cosecha esperan un mejor precio, tanto por valor internacional como por expectativas de devaluación. “El retraso del tipo de cambio es algo que se escucha cada vez más”, dijo a Cenital Javier Treboux, analista de la firma.

Cuestiones climáticas demoraron la cosecha, pero según Gustavo Idígoras, presidente de Ciara-Cec, las ventas ya venían en términos históricamente bajos. La Bolsa de Comercio de Rosario estimó que la cosecha gruesa entregará U$D 23.000 millones, de los cuales USD 8000 millones se concentrarían entre junio y julio.

Una lectura que hace FyO es que los productores vendieron para cubrir sus gastos y ahora pujan por más precio y tipo de cambio. Hay una ventana que podría cerrarse: el Gobierno se comprometió con el FMI a terminar con el “dólar blend” a fin de junio, como paso para unificar los tipos de cambio.

En paralelo, tanto Milei como Luis Caputo remarcan que no acelerarán la devaluación. “No percibo que haya atraso cambiario”, dijo el ministro de Economía en el IAEF. Para Caputo, el dólar se acomodará a la nueva realidad de “equilibrio fiscal, superávit comercial y superávit de cuenta corriente”. Traducido: se apreciará. El secretario de Coordinación, Juan Pazo, virtual ministro productivo, se animó a pronosticar un dólar más cerca de $600 hace dos semanas, en un congreso de la cadena triguera.

La puja política

Javier Casabal, analista de Adcap, observa que hay un cambio de expectativas motivado por la política. “Cuando Milei llamó al diálogo del Pacto de Mayo, el 1 de marzo, los inversores agregaron riesgo y compraron hasta bonos de la provincia de Buenos Aires”, dijo a Cenital. “Ahora se ven luces amarillas”, añadió. La primera fue la marcha universitaria. Pero la alianza ¿circunstancial? entre la UCR y Unión por la Patria en Diputados para forzar el tratamiento de un proyecto que amplíe el presupuesto universitario puede ser la antesala de algo más oneroso en términos fiscales: un cambio en la fórmula de actualización de jubilaciones.

Tampoco pasó desapercibido el fracaso del oficialismo en el Senado para acelerar el tratamiento de la ley Bases y los eventuales cambios que deba conceder, sobre todo si implican más gasto. ¿Quién será el Miguel Pichetto del Senado? Martín Lousteau puede ocupar ese lugar de negociador, pero por momentos parece empujar más para que la ley no salga”, dijo Casabal.

En definitiva, el dólar se mueve por las expectativas de los inversores. Y, a pesar de los esfuerzos de Milei y de Caputo, al Gobierno le cuesta más imponer su mirada de que el ajuste fiscal y las reformas de largo plazo no corren peligro.

El Fondo

En el último comunicado, el FMI enfatizó que espera que el Gobierno acelere la tasa de devaluación a más del 2% mensual. “La política monetaria evolucionará para seguir anclando las expectativas de inflación y la política cambiaria se hará más flexible, al tiempo que se seguirán reduciendo las restricciones y controles cambiarios a medida que las condiciones lo permitan”, escribió el staff técnico.

Esto toma relevancia porque Caputo afirmó que comienza a discutirse un nuevo programa con el FMI. “Es difícil que el Fondo dé más plata con un tipo de cambio atrasado. Algún tipo de relajamiento va a pedir”, dijo una fuente cercana al organismo multilateral.

La visión oficial

En este contexto, el Gobierno debió virar rápido desde la autocelebración por la reducción de la brecha hacia la relativización de la suba de los dólares paralelos.

“Para que la gente esté tranquila, nada tiene que ver la cotización del dólar financiero o el dólar blue con los precios, lo que no quita que la dinámica de precios esté en números altos pero que nada tiene que ver con esto”, dijo Adorni. Los precios internos dependen más del dólar oficial que del paralelo, pero la brecha impacta en las expectativas sobre la sostenibilidad del ancla cambiaria.

Fuentes del Ministerio de Economía trataron de quitarle relevancia. “Asumimos con este mismo precio del dólar. El Central compra dólares todos los días. Hay equilibrio fiscal y escasez de pesos. Por lo tanto, no hay nada de qué preocuparse”, transmitió Caputo.

En X, el usuario libertario @ElTrumpista no pensaba lo mismo. Este miércoles, convocaba a que sus más de 135.000 seguidores bloqueen a @valordolarblue, que reportaba que la divisa informal tocaba los $1300. “Les recuerdo que el dólar blue (…) es totalmente ilegal en toda la argentina”, escribió en mayúsculas.

Otras lecturas:

Periodista especializado en Economía. Pasó por La Nación, Bae, El Cronista y TN. Actualmente es columnista en Mejor País, en Radio Con Vos.