En el campo hay plata: Caputo quiere que liquiden, pero el agro espera una devaluación

Mientras el Gobierno descarta un nuevo salto cambiario, los productores, con espaldas más flacas que las habituales producto de la sequía del año pasado, especulan con la posibilidad de un dólar soja reloaded.

El inicio de la cosecha gruesa encuentra al Banco Central ávido de embolsar el 80% de los u$s 30.000 millones que los productores tienen en sus campos, entre los principales cultivos. Es una cifra moderada en comparación con campañas previas, pero 50% superior a la del ciclo pasado, atravesado por la sequía. El Gobierno ya marcó la cancha: no acelerará la devaluación ni cambiará el “blend” que permite al exportador vender el 20% en el contado con liquidación. Tampoco tocará las retenciones, que necesita para mejorar la recaudación. En el campo dudan: una necesidad los impulsa a vender para cubrir costos altos, mientras que una pulsión los lleva a guardar soja en silobolsas, a la espera de que el Ejecutivo mejore el tipo de cambio o los derechos de exportación.

En esas condiciones se juega la suerte del programa económico, que llegó hasta abril agarrado del ancla cambiaria que le permite mostrar una baja de la inflación y de un cepo cambiario que explica la acumulación de reservas, gracias al pago en cuotas de importaciones. Sin dólares no hay paraíso. Buena parte de esos dólares están en el campo.

Vender o retener

Las condiciones para el agro no son idóneas. La cosecha fue algo peor a lo esperado y el precio internacional de la soja no para de caer. Según la consultora Equilibra, “el precio efectivo que reciben los exportadores por tonelada de soja vendida es casi la mitad al de diciembre post-devaluación y se ubica 15% por debajo del mínimo de junio de 2023”. Por eso, la consultora estimó que las liquidaciones vendrán “por debajo de su ritmo histórico”, a la espera de “algún incentivo, como sucedió en 2022 con el ‘dólar soja’”. En aquel entonces, el agro retuvo la cosecha hasta que, en septiembre, la ventana exportadora disparó las ventas.


Desde la mirada del productor, los costos en dólares (el alquiler del campo, los insumos, incluso el precio del combustible) subieron, mientras que el precio de la cosecha bajó. Para el especialista y ex subsecretario de Agricultura Javier Preciado Patiño, “la cosecha será muy buena, sobre todo en soja, y esos dólares van a entrar, pero la pregunta es cuándo; hay argumentos para creer que no van a liquidar muy rápido y que regularán a la espera de una devaluación o un ‘dólar soja’”.

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Sin embargo, en las últimas semanas, los ritmos de ventas fueron sostenidos, apuntó Preciado Patiño a Cenital: 900.000 toneladas de maíz y 600.000 toneladas semanales de soja. Como el 60% del maíz temprano ya se cosechó y recién se levantó entre el 5 y 10% de la soja, distintos especialistas coinciden en que los productores harán caja con el maíz temprano y esperarán lo más que puedan para desprenderse de la soja. Hasta fines de marzo, las ventas de oleaginosa vienen demoradas, según los datos oficiales que relevó FyO.

“Ahora hay una primera venta absolutamente necesaria para pagar las cuentas”, apunta Juan Pablo Karnatz, productor del norte del país y directivo de Confederaciones Rurales (CRA). “Luego, puede ser que se espere un poco para mantener el activo”, agregó. Una estimación que ronda entre empresas proveedoras de insumos del agro es que la liquidación inmediata sería de entre el 30 y 40% del total.

Nicolás Sesnich, analista de FyO, aporta otro dato a la ecuación. Los productores agropecuarios consiguen lo que al Gobierno le falta: financiamiento en dólares a tasas muy blandas. “Empieza a haber créditos muy baratos, con tasas en dólares de entre 1,5 y 4%”, le dijo a Cenital. Son préstamos dollar-link, atados al tipo de cambio oficial más un interés módico para quien tiene un activo dolarizado. “Vender a futuro, en dólares, es 10% más caro, por lo cual conviene financiarse y vender más adelante”, afirmó. El Banco Central mantiene una norma de tiempos de Miguel Pesce que encarece el crédito a los productores que retengan más del 5% de su soja. Incluso con esa restricción, según Sesnich, la ecuación sigue siendo conveniente.

El dólar no se toca

“El Gobierno no va a tocar el tipo de cambio”, dijo Gustavo Idígoras, presidente del complejo agroexportador Ciara-CEC. El agro empieza a asumir que las condiciones para liquidar (o aguantar) la cosecha gruesa no variarán y que el ancla cambiaria seguirá por un tiempo.

La pregunta es hasta cuándo. El productor puede retener, pero también podría aprovechar la ventana para comprar dólares a $1000 en los mercados paralelos, apuntó Preciado Patiño. Las espaldas flacas de los productores juegan a favor de Luis Caputo: la sequía dejó deudas, los insumos se encarecieron, los costos a cubrir son considerables y eso favorecerá ventas. En mayo, el mes de mayor liquidación de divisas, habrá una tendencia.

En X, Caputo buscó compensar esa apreciación cambiaria con un anuncio de baja de costos a productores. “En abril vamos a tomar las siguientes medidas para favorecer al agro: baja de aranceles de herbicidas (y) mejora de aprobaciones de los permisos de Senada”, escribió. Los aranceles para importar agroquímicos bajarán de 35 y 24% a niveles de 12,6 y 10,8%, posteó. El ministro acaba de nombrar a dos funcionarios de su confianza en la Secretaría de Agricultura (ahora Bioeconomía), en reemplazo de dos hombres del titular de la cartera, Fernando Vilella. En Hacienda mencionaron a Cenital que hacía falta más gestión.

Caputo y Santiago Bausili no solo están urgidos para poder abrir el cepo. También necesitan hacer colchón para cumplir con las metas del acuerdo con el FMI. “El mayor desafío llegaría en el tercer trimestre, cuando hay pagos de deuda por u$s 5150 millones y finaliza el ahorro por pagos de importaciones producto del nuevo esquema de plazos”, indicó Equilibra en un informe. Aquí “cobra mucha relevancia la magnitud del ‘sobrecomplimiento’ de acumulación de reservas del segundo trimestre y hasta cuándo se sostendrá el blend 80–20 para liquidar exportaciones”, finalizó.

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«Sin paz ni plata: en plena tensión con China, se viene un pago de U$S 5000 millones del swap» Por Esteban Rafele

Periodista especializado en Economía. Pasó por La Nación, Bae, El Cronista y TN. Actualmente es columnista en Mejor País, en Radio Con Vos.