Y mi mente ha parido nostalgias

Le damos la bienvenida a la Argentina a las variantes de Reino Unido, Manaos, Río de Janeiro y California.

Holis, ¿cómo andás? Yo acá, sorprendida porque aún lo que espero logra desilusionarme cuando sucede. Lo que no logro decidir es si la sorpresa es un garrón porque, bueno, estoy desilusionada, o si tiene su costado piola porque me demuestra que aún hay cosas que me conmueven. Pero esto no es un diario íntimo y, si bien venimos hablando hace rato del aumento de casos, el relajamiento de los cuidados y la circulación de variantes supongo que abriste este mail para saber qué onda luego de que el Gobierno anunciara algunas medidas, como el cierre de fronteras terrestres y suspensión de vuelos provenientes de algunos países y recomendara otras, como restricciones a la circulación nocturna en lugares con cierta incidencia de casos.

Si bien la desilusión no se puede combatir con información, porque, como ya vimos, en esta comunidad ya sabíamos que se venía una fulera, seguir de cerca la situación nos puede ayudar a no hacer lo mismo aunque a esta altura nos dé todo lo mismo. En esta edición vamos a hacer un repaso por algunos aspectos relevantes de la pandemia: las variantes del coronavirus, las vacunas, su distribución y los cambios que introdujo la pandemia en nuestras vidas.

Que el vigor lo guardé para ti

¡Bienvenidas a la Argentina las variantes de Reino Unido, Manaos, Río de Janeiro y California! Si mantenías la ilusión de que siguieran siendo algo que comentábamos como un peligro emergente pero una situación ajena, ya podés sumarte al team de los desilusionados. 

La semana pasada el ministerio de Ciencia y Tecnología confirmó la circulación comunitaria de estas formas del virus en CABA, PBA y Córdoba. Su detección forma parte del programa de vigilancia epidemiológica, que realiza un análisis minucioso del 10% de las muestras positivas de la semana anterior en busca de variantes. Una de cal y una de arena. Si bien el objetivo es que las nuevas variantes no se introduzcan en nuestro territorio, poder identificarlas de manera temprana indica el buen funcionamiento de los instrumentos de diagnóstico sanitario (por supuesto un buen diagnóstico no implica una buena gestión, pero la verdad es que hoy no hay buenas noticias así que concederé este punto).

Si bien muchas veces se presenta a los mecanismos de detección, vigilancia y testeo como una proeza surgida de la nada con afirmaciones del tipo “en diez meses teníamos una vacuna para una enfermedad desconocida”, es necesario resaltar que la producción científica no es una sucesión de hitos sino la persistencia de la actividad de investigación. En ese sentido, me gustó esta historia: hace casi una década, investigadoras cordobesas determinaron la prevalencia de dos tipos de coronavirus diferentes al que hoy causa la pandemia. Las investigadoras del Instituto de Virología Dr. J.M. Vanella advierten que el nuevo coronavirus no habría desplazado a los endémicos y que su detección es importante para completar el mapa epidemiológico de este tipo de patógenos: “Ha sucedido que, en el 2020, el foco fue puesto en este virus pandémico y se dejó la detección de casi todos los otros respiratorios, no solo los Coronavirus sino también VSR, ParaInfluenza 1, 2 y 3, Virus Influenza A y B, Adenovirus y Rinovirus Humano, entre otros. Cabe aclarar que uno de nuestros objetivos importantes dentro del Proyecto de SARS CoV-2 es investigar la detección de las especies endémicas en los hisopados. Nuestra hipótesis es que no se ha modificado la circulación endémica”. En definitiva, la información sobre el coronavirus pandémico debe situarse en una evaluación integral del panorama sanitario, y para ello hace falta tener en cuenta otras variables.

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Respecto a las variantes recién llegadas, en esta entrevista Carlos Batthyány, director del Institut Pasteur de Montevideo, dice que “la llegada de nuevas variantes es una nueva pandemia dentro de la pandemia” y habla de un proceso de reaprendizaje a la luz de la nueva información. Dice, por ejemplo “¿Qué sabemos de la infección de la variante P1 [la de Manaos] en los niños? Por ahora no sabemos mucho. Los pediatras están viendo casos sintomáticos en Uruguay, pero no sabemos si es por la variante P1 o son cuadros asociados a COVID que el año pasado no aparecieron porque los niños estaban guardados en sus casas. Por ahora sabemos que la P1 es bastante más contagiosa(…) También parece claro que afecta a una franja etaria más joven, aumenta la mortalidad en personas de 20 a 30 años y, al colaborar con la saturación más precoz del sistema sanitario, termina por incidir en la cantidad de muertes(…) El problema actual, con la posible prevalencia de la variante P1, es que las chances de contagio en un ómnibus o en otro transporte aumentan. Todavía no sabemos si ante esta cepa es suficiente la distancia de dos metros, si alcanza con solo usar un tapabocas o vamos a necesitar dos”. Entre otras cosas, esto cambia el rol de las infancias en la inmunidad colectiva y debería evaluarse si es necesario incluir a los niños en los calendarios de vacunación. Además de una visión clara sobre este tema, me encantó que cuando le preguntaron si en Uruguay estaban preparados para admitir los errores, Batthyány contestó: “No lo sé, no sé nada de ciencias sociales”.

En relación a esta perspectiva de matrioshka de pandemias, esta columna de opinión en Bloomberg plantea lo que todos tememos: que más que una pandemia dentro de otra tenemos que pensar en una pandemia permanente. ¿La hipótesis? El autor cita un ensayo clínico en Sudáfrica en el que las personas que habían cursado infecciones de una variante no tenían inmunidad contra otra y se reinfectaban. Esto hace que la famosa inmunidad de rebaño, que en general se alcanza por una combinación de personas inmunizadas por infecciones previas y vacunación, sólo pueda ser alcanzada mediante vacunas. Y las vacunas pueden tardar más en llegar que las nuevas variantes en circular. Dado que, hasta ahora, el 75% de las dosis de vacunas disponibles se administraron en 10 países, mientras que otros 130 no recibieron ninguna, es dable suponer que hay una gran circulación y, por lo tanto, una gran tasa de mutación que podría generar variantes resistentes a las vacunas disponibles. ¿La buena noticia? En general, los virus se vuelven más contagiosos pero menos virulentos. ¿La mala? No es lo que está sucediendo. Las variantes conocidas son en efecto más contagiosas pero no menos letales. 

Desesperan mis ganas por ti

Ante lo inevitable de la desilusión de saber que las vacunas existen pero aún no conocemos cuándo nos van a vacunar, con qué fármaco o si vamos a alcanzar la inmunidad con las inoculaciones, bueno es estar al tanto de las novedades que nos permiten pensar sobre estas cosas de un modo que no sea absolutamente autodestructivo. Van algunas vacunanews:

1- La ANMAT autorizó la administración de la vacuna fabricada por Sinopharm a mayores de 60 años. El análisis de los ensayos de Fase III reportó una eficacia de más del 78% en este grupo (25.730 personas) y no hubo eventos adversos inesperados o graves.

2- El Consejo Federal de Salud decidió diferir tres meses la segunda dosis de las vacunas con el objetivo de inmunizar a la mayor cantidad de población posible. Según el ministerio de Salud de la Nación, no está en los planes dejar de dar el esquema completo, sólo retrasar la segunda inyección. Al respecto, el experto en vacunas Mario Lozano declaró: “Me parece una acción que vale la pena llevar adelante en esta emergencia. A mediano plazo se debería cumplir el protocolo estándar y todas las personas que solo recibieron una dosis, deberían recibir la segunda. En el corto plazo, esta estrategia permite proteger a más personas y más pronto”. 

3- En este artículo se utilizó plasma de personas que cursaron una infección con la variante original de coronavirus y plasma de quienes se infectaron con la variante sudafricana para medir la inmunidad generada por una y otra infección y estimar la efectividad de las vacunas sobre las nuevas variantes. Para que se entienda: pusieron a la nueva variante a interactuar con las defensas generadas por la variante original y por si misma para ver si las defensas de la variante original (en la que se basan las vacunas) lograba neutralizar la infección de la mutación. ¿Los resultados? Las defensas de aquellos que se habían infectado con la variante sudafricana funcionaban para ambas infecciones, las de quienes se habían infectado con la variante original funcionaban menos para la nueva. ¿Qué quiere decir? Es más evidencia para lo que se venía observando en los ensayos clínicos: las vacunas basadas en la variante original funcionan para las nuevas, pero menos.

4- En esta nota se aborda un tema interesante: cómo hacer durar el shot de optimismo que implica recibir una vacuna. Primero, la autora introduce el concepto de “adaptación hedónica”: el proceso por el que, luego de recibir una buena noticia, esa sensación de euforia se diluye aunque la buena noticia no lo haga (como conseguir un trabajo deseado). “(La mente humana) prioriza recordar experiencias negativas más que las positivas como forma de percibir potenciales amenazas en nuestro entorno”, explica. O sea que no aferrarnos demasiado a lo positivo es, de alguna forma, un mecanismo de supervivencia. Luego, da una serie de pautas para que los sentimientos positivos no se diluyan cuando se desvanece la novedad: hacer el ejercicio de reconocer las cosas cotidianas que nos dan alegría en el momento en el que suceden, dar espacio a maravillarnos (por ejemplo, no sólo pensar en que va a haber un futuro mejor con las vacunas sino asombrarnos de la capacidad de la ciencia), reconocer que la alegría transitoria puede no ser suficiente y estar atento a síntomas de depresión, planear actividades permitidas con anticipación.

No he podido encontrar ese ser

Ya sé que lo repito sin parar pero esta es una desilusión que realmente no puedo sentar en mi sistema. ¿Te acordás de esa bandera italiana colgada de un balcón a principios de la pandemia que decía “trabajar menos, trabajar todos, producir lo necesario, redistribuirlo todo”? ¿Cómo pasamos de eso a que los azzurros bloqueen exportaciones de la vacuna a otros países para quedárselas ellos como te conté en esta edición?

En su entrega del martes, Iván contó que hay varios cargamentos de vacunas de AstraZeneca fabricados en Argentina enviados a México para su envasado que se encuentran demorados en el país azteca por falta de insumos provenientes de Estados Unidos, cuyo gobierno dio la orden de no dejar salir del país. Me gustaría sumar a este panorama otra data que generó bastante preocupación: en febrero, Hugo Sigman, dueño del laboratorio que fabrica la vacuna en Argentina, declaró al diario El País que 12 millones de dosis serían enviadas a Estados Unidos para que se realizara allí la tarea de envasado, dado que la vacuna de AZ aún no está autorizada en ese país y no sufre desabastecimiento. O sea que EEUU no manda los insumos acordados a México impidiendo que realicen una tarea central que terminan realizando ellos.

Por otro lado, los italianos siguen en una. La semana pasada descubrieron 29 millones de dosis de la vacuna de AZ en las afueras de Roma que se sospecha que la compañía estaba tratando de mandar afuera de la Unión Europea sin tener la autorización especial requerida para ello. Cuatro días después, las autoridades italianas aceptaron la explicación de AZ: las vacunas estaban ahí para control de calidad y luego se iba a pedir la autorización para exportarlas. El episodio cinematográfico es un ejemplo gráfico de los intentos burocráticos de la UE para presionar a la compañía para que deje de exportar dosis y de lo intensa que se está volviendo la pugna por las vacunas.

*El meme dice: “piedra/papel/tijera/Adam Smith”

En cambio, mientras bloquea insumos hacia un país para proveerlos de forma directa, Estados Unidos pareciera avanzar hacia la liberación de las patentes de vacunas y tratamientos contra la COVID. Al parecer, hubo una reunión en la Casa Blanca para tratar el tema pero no se llegó a ninguna conclusión (ah, flasheaba #OffTheRecord). La iniciativa surgió de una carta enviada por la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, instando a las autoridades competentes a discutir el tema. Si bien muchos miembros del parlamento apoyan la moción bajo el lema “No estamos a salvo hasta que el mundo esté a salvo”, hay voces influyentes que se oponen enfáticamente. Clete Willems, exdirector del Consejo Nacional Económico y actual socio de Akin Gump, un estudio de abogados internacional y la firma de cabildeo más grande de Estados Unidos, dijo: «La administración debe alejarse de esta trampa, que socavaría décadas de política estadounidense contra la transferencia forzosa de tecnología a países como China y no aumentará directamente la distribución de vacunas».

Sobre las implicaciones geopolíticas de la cuestión habría que preguntarle a Ayelén, nuestra #MissMundo, pero sobre las capacidades tecnológicas requeridas para vacunar a todo el mundo este artículo de Nature está muy bien, tiene varias preguntas interesantes y, si vas a leer algo hoy te recomiendo que sea eso. Igual te dejo una parte de la respuesta respecto a por qué no se están haciendo más vacunas. “Hay tres tipos generales de vacunas contra la COVID-19: el vector viral, el virus completo y el ARN mensajero (ARNm).  A principios de marzo se habían producido unas 179 millones de dosis de vacunas de ARNm, lo que representa el 43% del total. En cambio, el 35% de las vacunas eran de virus completo y el 22% de vector viral.

¿Podrían otras empresas colaborar para fabricar más? La fabricación de vacunas de ARNm es sencilla, pero su ampliación es complicada. Como nunca se ha hecho antes, la novedad del proceso significa que hay escasez de personal capacitado. 

Pero el principal cuello de botella en la fabricación de vacunas de ARNm es la escasez mundial de componentes esenciales, especialmente nucleótidos, enzimas y lípidos. Esto se debe a que son relativamente pocas las empresas que fabrican estos productos, y no en número suficiente para el suministro mundial. Además, estas empresas se muestran lentas a la hora de conceder licencias de fabricación para que otros puedan hacerlo”.

Hasta en sueños he creido tenerte devorandome

Para muchos de nosotros, gran parte de la desilusión tiene que ver con pensar en un escenario de vuelta a un confinamiento estricto cuando ya nos habíamos acostumbrado a mantener ciertas interacciones sociales con cuidados. Sin embargo, en estos casos la información es poder y una misma medida no implica un mismo desenlace. Van algunas cosas sobre COVID que el año pasado no sabíamos o conocíamos con menos detalle.

1- CÓMO EVITAR CONTAGIOS EN INTERIORES. En espacios cerrados, el riesgo de contagio aumenta mucho porque se respira aire que ya fue respirado por otra persona. Para saber cuánto aire respirado hay en un lugar, lo que se toma como referencia es la concentración de dióxido de carbono, que es un gas que exhalamos. En exteriores, donde no hay aire respirado, la concentración es de 421 p.p.m. El límite establecido por la OMS para ambientes saludables es de 1.000 p.p.m y equivale aproximadamente a un 1.5% de aire respirado.

En autos, dejar dos ventanillas abiertas aunque sea 10 centímetros genera una renovación del aire interior muy significativa. En aulas, sólo la ventilación constante, natural o mecánica, mantiene bajo el riesgo de contagio. En bares, como ya te había dicho, la cosa es imposible. Los sistemas de extracción y ventilación, si bien disminuyen el riesgo, lo mantienen por encima de los niveles recomendados debido a la cantidad de gente presente.

2- EL COVID TRAE SECUELAS COGNITIVAS Y NEUROLÓGICAS, AÚN EN GENTE JOVEN QUE NO TUVO MUCHOS SÍNTOMAS. O sea que no, el razonamiento “no soy población de riesgo así que tal vez sea mejor que me lo agarre de una vez así me inmunizo”, adquirió una nueva capa de estupidez en el último año. En Fleni, tuvieron que crear un centro de atención especialmente dedicado a estos trastornos y hay lista de espera hasta junio para atenderse. Sebastián Ameriso, a cargo del programa, dice: “Consultan por un espectro de síntomas. En algunos casos son leves, pero en otros nos dicen ‘no rindo igual que antes’ o ‘estoy cansado todo el día’. Estamos tratando de hacer un diagnóstico de qué es lo que está pasando, cuáles son las herramientas terapéuticas para manejar esto, estimar cuál es la magnitud del problema. Tenemos tomografía por emisión de positrones (PET) que puede detectar marcadores muy específicos para inflamación cerebral y vamos a tratar de hacer en algunos de estos pacientes estudios de PET para ver si los encontramos”.

3-  LA PANDEMIA BORRÓ CATEGORÍAS ENTERAS DE RELACIONES SOCIALES. Me gustó mucho esta reflexión sobre cómo la pandemia hizo que mantuviéramos las relaciones más cercanas, lo cual es sólo uno de los niveles de socialización que solíamos llevar a cabo. “A veces, los amigos se distinguen por la forma en que los hemos conocido o por las cosas que hacemos juntos -amigos del trabajo, antiguos compañeros de la universidad, personas con las que hacemos deporte-, pero todos son amigos y eso es lo mejor. Vivir bien no es un retiro enclaustrado con unos pocos. El modo en que se crean los mundos es compartiendo con la gente y reconociéndose mutuamente. Muchos tipos de relaciones son importantes y las personas no prosperan sólo con las amistades íntimas.”

4- LOS MEDIOS MASIVOS SE CONCENTRAN EN LA INFORMACIÓN NEGATIVA. Un estudio sobre la cobertura de la pandemia en Estados Unidos mostró que los medios masivos fueron mucho más negativos que otros, como revistas científicas, publicaciones de otros países y medios más pequeños. El problema, según los investigadores, no ha sido la desinformación, sino el énfasis. ¿La razón? Al analizar los posts en redes sociales, las publicaciones más leídas eran las más negativas. ¿El problema? La negatividad excesiva no deja de ser un sesgo.

He llenado tu tiempo vacío de aventuras

Así sea que nos encontremos en la desilusión de otro confinamiento o en la de una vida organizada en torno a un virus, siempre tendremos estas cartas para reconfortarnos. Pero, sobre todo, siempre tendremos la compañía de nuestras mascotas para confiar en la existencia de un mundo mejor, no en el futuro, sino en paralelo al nuestro. Así que con mucha alegría acá te dejo el libro digital que armé con las fotos que me mandaste en cuarentena y que espero que te acompañe en los momentos en los que necesites una dosis de alegría. Gracias.

Te mando un beso enorme,

Agostina

p/d: las referencias de este news son de esta oda al deseo, que aún en la desilusión se sigue abriendo paso.

Soy comunicadora científica. Desde hace tres años formo parte del colectivo Economía Femini(s)ta, donde edito la sección de ciencia y coordino la campaña #MenstruAcción. Vivo en el Abasto con mis dos gatos y mi tortuga. A la tardecita me siento en algún bar del barrio a tomar vermú y discutir lecturas con amigas.