Una alemana que se va y un correntino que se queda

Lo que está pasando con la campaña en Alemania sorprende a muchos, y me incluyo. Lo que dejó la elección ejecutiva y legislativa en Corrientes, con un poco de historia reciente. Dos pintorescas: un sorteo en Salta y Transnistria, un país que seguro no conocías. Un par de recuelectorales con foco teutón.

Hola, ¿cómo estás?

Lo primero que nos dicen a quienes ingresamos a un aula de esta particular corporación llamada ciencia política es que las comparaciones tienen que hacerse bien. Lo que vos llamás “no mezclar peras con manzanas” nosotros le decimos “estrategia de selección de casos para aplicar método comparado”. Re cheto. Hoy voy a hacer lo que dijeron que no tengo que hacer: agarrar dos casos de elecciones, una que va a pasar y otra que pasó, para hablar de estabilidad y volatilidad. Ya por el título y la bajada te diste cuenta, no es muy difícil. Las elecciones federales que se vienen en Alemania en 4 semanas tienen un escenario completamente abierto, impredecible y para tiempo de descuento. Algo a lo que los teutones no estaban acostumbrados. En el otro bolillero aparece Corrientes, provincia argentina, que celebró elecciones ejecutivas y legislativas subnacionales el domingo pasado, y muestra todo lo contrario: estabilidad, orden y previsibilidad. Hay elementos llamativos y, creo, algo dañinos para el sistema electoral, que han asegurado al litoral distrito en un bastión de la Unión Cívica Radical (UCR). Te voy a contar algo de historia para darle contexto, también.

A ver de qué se hace el queso (decía mi abuelo).

Teutones triple empatados

Creo que nunca imaginé escribir que Alemania está a la buena de Dios con su proceso electoral. Ni, creo, vos imaginaste leerlo. La cosa es que el escenario de las próximas elecciones federales, que se celebrarán el domingo 26 de septiembre, no tienen, a cuatro semanas, ni un seguro ganador ni una segura coalición para gobernar. Todas las opciones se están tirando sobre la mesa. Ese día, además, se vota a nivel regional en Berlín y Mecklenburg-Vorpommern.

¿Por qué la catarsis? Mirá este gráfico.

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Tal como indica el índice agregado de encuestas que armaron en POLITICO, la CDU/CSU, el oficialismo liderado hasta estas elecciones y durante 16 años por Angela Merkel, viene en caída libre desde diciembre del año pasado. Tuvo un pequeño repunte en junio reciente, pero otra vez volvió a estar por debajo del 30% de intención de voto. Muy alejado de ese piso que parecía que no se rompía con la Mujer de Hierro de la democracia cristiana alemana. En paralelo, hubo vaivenes con los verdes de Grüne subiendo y bajando, pero la gran amenaza viene del actual socio de coalición de la CDU/CSU: la socialdemocracia del SPD y la nueva estrella electoral, Olaf Scholz. Sí, aunque usted no lo crea. Mirá lo que es la estimación que hizo Europe Elects de avance de los rojos, calculando a partir de las encuestas cuántas bancas ganaría y dónde. El SPD ganaría en el este y oeste, sumando 13 Estados, mientras que la CDU/CSU pasaría a ser tercera fuerza en el este.

¿Cómo llegamos hasta acá? Crucé mensajes, audios y lecturas con dos amigos, Franco Delle Donne y Raúl Gil Benito, quienes maman diariamente política alemana y han producido un sinfín de material podcastero de altísima calidad.

Hay cinco razones que son atribuidas a la peligrosa caída del otrora poderoso CDU/CSU, y que podemos agrupar en una combinación de tres factores principales. Primero, el impacto de las inundaciones recientes en varias regiones alemanas. El incumbent Armin Laschet, electo líder sucesor de Merkel y candidato oficialista en enero de 2021, declaró que la normativa de la Unión Europea para combatir el cambio climático era exagerada, días antes de la peor tragedia hídrica en la historia alemana. La zona más afectada fue, justamente, la que él gobierna como presidente regional desde 2017. A los pocos días, se retractó. A eso se sumó un video donde apareció riendo mientras se rendía homenaje a las víctimas. Trinitrotolueno. De acá nace el segundo factor: una cantidad alta de errores no forzados, fallas en la campaña y críticas de su rival interno por el liderazgo en enero pasado, Markus Söder, presidente de la CSU (partido hermano y aliado de la CDU a nivel federal) y gobernante regional de Baviera (acá te cuentan bien quién es este señor). De hecho, ambos tuvieron una dura disputa interna para heredar el poder de la Dama de Hierro. El fuego amigo es terrible, sobre todo si vuelve. El tercer factor es como una patada en el piso ya lesionado, y se asocia a una necesidad de sobreexposición de Laschet para cada asunto que menciona, toca o bordea la política alemana. Allí, el candidato oficialista no supo capitalizar experiencia ni timing ni oportunismo, absorbiendo críticas de un gobierno actual del cual no forma parte ni ha tenido injerencia en las decisiones adoptadas. Me refiero a la crisis de Afganistán o la recepción de refugiados. En ansias de querer capitalizar el liderazgo y el amor alemán por Merkel, Laschet tomó también sus errores, aunque nadie se lo haya pedido. Como me dijo Raúl una vez, hablar de todo no siempre es hablar bien.

A todo esto se suma que el hábil receptor de quienes están abandonando la intención de votar a la CDU/CSU son sus socios del SPD y Scholz. Raúl me cuenta que el hábil líder rojo siempre tuvo el mismo plan: cuando los alemanes se dieran cuenta de que Merkel no estuviera más, lo irían a buscar a él. Y eso empezó a pasar cuando aparecieron los carteles en las calles con su cara. Scholz simboliza para el establishment, para los ciudadanos y hasta para los votantes de la centroderecha, la continuidad y no el cambio. En este escenario, un partido al que todos daban por muerto, en una crisis casi mundial de la socialdemocracia y los partidos de las rosas, aparece hoy en día como el puntero de las encuestas y el posible formateur de un necesario acuerdo de gobierno, como nos tiene acostumbrados Alemania. El candidato rojo ha sabido capitalizar los errores de sus socios de gobierno y, por primera vez en la historia, aparece en las encuestas un mayor apoyo ciudadano a una posible coalición de gobierno liderada por ellos junto a verdes y liberales de FDP. Esto pondría a los cristianos demócratas a comer sardinas en el desierto de la oposición por primera vez en 16 años, los mismos de Merkel en el poder. Coincidencias. La otra posibilidad es que pasen a ser socios menores de una renovada Große Koalition liderada por el SPD, lo que nunca pasó en 16 años con la Dama de Hierro al frente. Más coincidencias.

Franco y Raúl marcaron, también, un punto no menor al respecto y tiene que ver con el voto anticipado. La cantidad de voto por correo solicitado por los alemanes ya superó la tendencia del 2017, lo cual, en un contexto de pandemia con temor a concurrir a votar y un candidato de la CDU/CSU cometiendo errores constantemente, puede aportar una gran cantidad de votos a quien marcha primero en las encuestas. Laschet puede aprender de Trump, Scholz lo está haciendo de Biden.

El escenario, entonces, está totalmente abierto. Si querés profundizar un poquito más, te dejo el intercambio completo que tuve con Franco y acá el que tuve con Raúl.

Un bastión radical

La litoral provincia de Corrientes tiene una historia particular dentro de la política argentina, la cual decidí desempolvar después de este tuit de Don Pato de Talavera. Desde que Argentina adoptó el voto universal, secreto y obligatorio en 1912, la provincia fue esquiva a los partidos políticos nacionales que marcaron el timing de la política. Tanto a la UCR como al Partido Justicialista (PJ) le costó mucho hacer pie. De hecho, salvo el breve interregno radical (1946-1947), las victorias peronistas de 1948, 1951 y 1973, y la victoria de la UCRI (radicales intransigentes) en 1958, el distrito fue dominado por dos partidos de corte conservador y raigambre local: el Partido Liberal y el Partido Autonomista. El retorno a la democracia en 1983 no cambió la lógica porque desde esa fecha hasta 1997 inclusive ganaron siempre uno, los dos o un desprendimiento de ambos. A partir de 2001, con la victoria de Ricardo Colombi y su Frente de Todos, Corrientes pasó a ser un bastión radical. Uno, al día de hoy, duro de entrar.

La historia que te estoy contando tiene varias perlas dignas de nuestra dirigencia política. La provincia mantuvo el sistema de colegio electoral en las elecciones de 1983, 1987 y 1991, al igual que se hacía a nivel nacional hasta 1995. En esa última, que se celebró en 1991, explotó todo. Como la elección de gobernador bajo ese sistema no se hacía de manera directa, sino que se elegían electores identificados con partidos/coaliciones que luego votan a un gobernador, el mecanismo habilita a que se llegue a acuerdos de elites para votar a un candidato de alguno de los espacios dominantes. Fue lo que ocurrió en toda la década del ’80 entre autonomistas y liberales, a tal punto que para mantener el dominio provincial fundaron el Pacto Autonomista-Liberal (PAL), a pesar de que desde las bases propias de su formación se detestaron. La elección de 1991 arrojó el siguiente resultado: sobre 26 electores, 13 tenía el PAL, 9 el PJ y 4 la UCR. Quien hizo la matemática de la institución merece prisión perpetua. Ahí fue donde se empantanó todo porque ningún radical ni ningún peronista apoyaron a Raúl Rolando Romero Feris (“Tato”), candidato del PAL, lo que llevó a un empate que quiso ser saldado por los oficialistas convocando al Colegio Electoral y votando, sin tener la mayoría necesario para proclamarlo gobernador (14). La cosa se picó bastante, y todo terminó en una intervención del Poder Ejecutivo Nacional (PEN) en manos de Carlos Saúl Menem y una posterior reforma de la Constitución para sacar el bendito colegio. Las elecciones y la reforma se desarrollaron en 1992, y se convocó a elecciones ejecutivas en 1993, con la incorporación del mecanismo tradicional de doble vuelta/ballotage (50% de los votos o pasan los dos primeros a un segunda ronda). Por esa combinación de intervención más reforma constitucional provincial es que Corrientes vota desfasado del calendario electoral del resto de los distritos. Seguro este dato te va a servir para el resto de tu vida.

¿Cómo llegamos al bastión radical? Paciencia, mi amigo lector. Luego de la reforma de 1992, y habiendo ganado las elecciones de 1993 con el sello PAL, algunos liberales y autonomistas se pelearon por el apoyo al menemismo, y armaron un nuevo partido: el Partido Nuevo (PaNu), cracks. Su líder fue “Tato”, hermano menor de José Antonio Romer Feris (“Pocho”), gobernador en los ’80 y a quien seguro viste hace poco en boletas y debates electorales. En 1997 ganaron en el primer ballotage de la historia de la provincia, con la candidatura de Pedro Braillard Poccard, el mismo que a partir de este año será vice de Gustavo Valdés, actual gobernador, y quien hasta el domingo pasado había sido el candidato a gobernador más votado en la historia de la provincia. Otro dátolo vital, que se complementa con este otro: a Pedro lo destituyeron por juicio político, se armó un despelote con movilizaciones, heridos y muertes producto de una crisis económica y fiscal provincial grave, lo que llevó a que el PEN volviera a intervenir la provincia, esta vez en manos de Fernando De La Rúa (UCR/Alianza). La nueva normalización llegó en 2001, cuando Oscar Aguad (UCR), interventor, convocó a elecciones bajo las reglas del juego vigentes. Ahí es donde comenzó el bastión radical: ganó Ricardo Colombi las elecciones, en un ballotage para el infarto 51,23% a 48,77% frente a, claro que sí, “Tato” y el PaNu. Después de ahí, nunca más volvieron ni liberales ni autonomistas a manejar el poder, solo son una parte más como socios y gestores.

¿Qué estrategias primaron para estabilizar y ordenar? Ayer me puse a ver cómo era el temita de las colectoras, que tanto había circulado en chuicher el mismo domingo. Una colectora es una boleta de una categoría (legislativa, por ejemplo) que colecta votos para una misma boleta de otra categoría (ejecutiva) y que no necesariamente es del mismo partido. Por eso al entrar al cuarto oscuro te encontrás con candidaturas a gobernador que tienen distintas boletas legislativas adheridas. En Corrientes se volvió práctica recurrente, constante y sostenida desde el 2001 hasta la fecha. Sí, desde la segunda normalización provincial en medio de una crisis de legitimidad del sistema político nacional. Menuda coincidencia. El gráfico a continuación te muestra la cantidad de candidaturas a gobernador, la cantidad de listas para diputados provinciales y para senadores provinciales.

Fuente: elaboración propia en base a datos de AndyTow.

Tal como podés ver, la cantidad de listas legislativas por cantidad de candidaturas ejecutivas crece exponencialmente desde el 2001 en adelante. Hasta esa fecha, la relación era de 1,18 entre ambas categorías, apenitas inflado. Pero a partir de 2005 crece hasta 5,4 y, en las últimas del domingo pasado, llega a 22. Brutal. Esto fue de la mano de partidos políticos provinciales que cada vez menos presentaron sus propias candidaturas ejecutivas y entraron en esta especie de coaliciones a medio cocinar que son las colectoras. Como dijo mi compañera Gringa, para que te vas a casar si podés tener muchos amantes. Son como una relación abierta, amplió Don Talavera por guasap. Para que te des una idea, considerando elecciones conjuntas provinciales generales y de mitad de mandato, la proporción de listas que no fueron colectoras pasó de alrededor del 37% entre 2001 y 2007, a 10% desde 2009 hasta la fecha. En las últimas dos (2019 y 2021) no hubo listas legislativas que no colecten para al menos una candidatura ejecutiva.

Este tema abre el debate sobre cómo compiten los partidos políticos en las provincias argentinas. Las colectoras, ¿garantizaron la estabilidad deseada en el distrito? Es posible. ¿Simplificaron la oferta política? No necesariamente, porque la transmisión de información electoral se complejiza mucho más dado que cada uno y una tiene que buscar la boleta legislativa que quiere, independientemente de que haya dos o tres fórmulas ejecutivas. ¿Aseguraron la gobernabilidad provincial? También es posible porque no hubo más intervenciones, pero te regalo gobernar una legislatura con muchas tribus que solo colectan para entrar. Todo esto hace pensar que, cuando creíamos que la ley de lemas había muerto, encontramos un nuevo mecanismo que se le asimila bastante. Acá te dejo una reflexión que escribí hace un tiempo sobre por qué creo que las colectoras son una especie de coalición a mitad de camino. Sobre el tema ahondé bastante en mi tesis doctoral, así que si te querés dormir una siesta tranqui, avisame y peloteamos.

Lo último que te dejo de Corrientes es sobre la participación electoral. No hubo nada nuevo bajo el sol. Creo que tenemos que acostumbrarnos a que el valor que vamos a ver en la pandemia va a ser en torno al 60/65%. En términos comparados, cayó apenas el 8% respecto de su promedio histórico, más parecido a Jujuy que a Salta o Misiones, su vecina.

Fuente: elaboración propia en base a datos de AndyTow. Recordá que las barras azules son elecciones desdobladas, mientras que las verdes unificadas. Los años con * indican elecciones ejecutivas y legislativas provinciales.

Elecciones pintorescas

  • ¿Vos pensabas que habías visto todo sobre Salta? Franco Galeano, AKA @Tartagalensis, contó que en el Municipio de Embarcación hubo empate entre Partido del Trabajo y de la Equidad, y el Frente Grande por obtener la 9° banca del Concejo Deliberante. ¿Por qué? Porque la matemática del D’Hont hizo lo suyo y la cuenta dio que le podía tocar a ambos. No pasa nunca, hasta que pasa en Salta. El empate técnico se resolvió por sorteo, según lo establece la cláusula 13° de la Constitución de la provincia de Salta. Se la quedó el Partido del Trabajo y de la Equidad. Decime si los sistemas electorales y las elecciones no son hermosas.
  • La Gringa me vino a torear públicamente con un país que no es país y está medio perdido en Europa Oriental, así que no me quedó otra que levantar el guante. Resulta que a partir de esta nota fue boom un lugar llamado Transnistria. Es un Estado que no tiene reconocimiento pleno de la comunidad internacional (fijate cómo lo llama Google Maps), y se ubica entre el río Dniéster y la frontera oriental de Moldavia con Ucrania. Parece que a esa región fueron a parar los principales líderes de la KGB cuando se estaba cayendo el muro, y se plantaron con dientes, fierros, tanques y todo lo que tenían a mano. Empezó un conflicto armado con Moldavia en marzo de 1992 y se tiraron con de todo. En julio de ese año sellaron la paz, pero sin que los moldavos reconocieran el Estado que querían los transnistrianos. Entonces, ni lerdos ni perezosos, estos eligieron, con algo de nostalgia, su bandera y escudo, armaron su sistema político y hasta definieron su moneda, el rublo transnistrio. Tienen un sistema presidencial con un parlamento unicameral de 43 bancas electas por sistema proporcional a distrito único. El órgano legislativo se llama Consejo Supremo, más nostalgia. La política está dominada por un partido fuertemente nacionalista, República, y uno más liberal-conservador, Renovación. La perla es que tienen dos partidos comunistas: Partido Comunista Transnistriano, heredero del PCUS, y el Partido Comunista de Transnistria, que desde el fallecimiento de su líder, Vladimir Gavrilchenko, tiene poca actividad. Es de locos. Ahora, ¿por qué todo esto si no hubo elecciones en este lugar perdido de Dios? Porque el equipo más ganador de la historia de la liga fútbol de Transnistria, fundado por los líderes de la KGB que armaron todo el show, se cansó de arrasar en la liga local y se fue a competir a la liga de Moldavia. Luego de arrasar ahí también pasó la fase clasificatoria de la Champions League por primera vez en su historia después de quedarse en las puertas en cuatro oportunidades (2010, 2011, 2014 y 2018). Tienen, además, jugadores de 16 países distintos. Se la dejo a Zequi Scher para el crossover.

Recuelectorales

Hoy te dejo varias cosas que me pasaron Franco y Raúl sobre las elecciones alemanas y la política alemana en general:

  • Comienzo con compartir el nuevo proyecto podcastero que armaron ambos: “Merkel. La canciller de las crisis”. Un proyecto hipermegarecontracopado, que se hace con apoyo de Agenda Pública, el Goethe-Institut y el DAAD de Córdoba (Argentina). Acá tienen la web para chusmearlo.
  • ¿Por qué los verdes de Grüne subieron y bajaron, y no pueden liderar la coalición? Acá ambos te lo cuentan.
  • ¿Por qué los liberales de FDP sí pueden volver a ser gobierno como partido bisagra? Acá también podés leer sobre eso.
  • ¿Por qué Söder es medio maldito pero necesario? Acá ahondan un poco.
  • ¿Cómo Merkel convirtió a la CDU en una maquinaria todo terreno? Acá.

Por último, quiero saludar públicamente el retorno del Canciller, Su Excelencia, don Juan Elman, de quien aprendí mucho leyendo para darle forma a LGV. Un regreso más esperado que el del Piojo López a Racing. Podés y debés suscribirte a Mundo Propio haciendo click acá.

Recordá que, por ser parte de este prestigioso club electoral, podés estar al día con el Google Calendar Electoral (acá desde tu compu y acá desde tu celu) y/o con una lista de Twitter que nutre a La Gente Vota. 

Un abrazo electoral, cuidate y nos vemos en dos semanas,

Facu

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Politólogo, consultor e investigador independiente. Hoy me encuentran dando clases en UBA y UTDT. Me encantan las elecciones y me sacan menos canas verdes que Racing. Un hobby que tengo es aprenderme la historia de los partidos políticos. Creo que la política marida muy bien con un tinto.