Tensión en la frontera

El cruce entre militares venezolanos y un grupo disidente de las FARC en la frontera entre Colombia y Venezuela fuerza el desplazamiento de unas 4.000 personas. Francia reabre su embajada en Libia. La comunidad de Madrid irá a las urnas para definir a su próximo gobierno.

Buen día, ¿cómo estás? 

Sin dudas la agenda está dominada por el COVID pero haré el intento de acercarte otros temas más allá de la pandemia. 

El enfretamiento entre las Fuerzas Armadas de Venezuela y un grupo disidente de las FARC terminó con el asesinato de dos militares venezolanos, al menos seis colombianos muertos, 39 detenidos y más de 4.000 desplazados. Te cuento qué pasa ahí. 

El 4 de mayo la comunidad de Madrid tiene elecciones para definir autoridades locales. ¿Te acordás de la novela Iglesias-Errejón? Bueno, estamos ante un nuevo episodio. 

Hoy Francia reabre su embajada en Libia después de siete años. La decisión llega luego de la reunión del presidente francés con el presidente del nuevo gobierno de transición. Emmanuel Macron avanza con una apuesta diplomática.

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Arranquemos.

¿Qué pasa en la frontera entre Colombia y Venezuela?

Qué no pasa sería la mejor respuesta. La frontera de Colombia con Venezuela es una de las más calientes de Latinoamérica. No es algo nuevo. Estos países comparten más de 2.200 kilómetros por tierra salpicados de trochas, esos pasos ilegales de personas (y de tantas otras cosas) por donde se escurre el grueso de la migración venezolana. 

En el momento en que estuve por Venezuela, al poco tiempo de haber asumido Nicolás Maduro, se escuchaba en los noticieros, en los bares, en cualquier lado que en el paso fronterizo de Cúcuta con Táchira se definía, por ejemplo, el valor del bolívar venzolano por medio de sus más de 500 casas de cambio que operaban en la zona. También que era un lugar donde traficaban combustible, medicamentos y drogas. 

Por ese motivo, pero también por la resonancia del conflicto armado que todavía hoy golpea a Colombia, es que se convirtió en una de las fronteras más militarizadas de la zona. 

Del lado colombiano, los departamentos que integran la frontera recibieron durante años a una parte de esos más de 3 millones de desplazados internos, personas que fueron obligadas a abandonar sus casas y desplazarse hacia otras ciudades por la violencia de la guerrilla y los grupos paramilitares que controlaban la zona. 

Sin ir muy lejos, en 2010, el gobierno de Colombia denunció ante la OEA la presencia activa de guerrilleros que operaban desde Venezuela. La respuesta de Hugo Chávez, como explica en esta nota el profesor Mario Valero Martínez, llevó a la ruptura total de relaciones, cierre de fronteras, movilización de militares a las ciudades limítrofes y amenaza de conflicto armado. En 2015, con Nicolás Maduro, pasó algo parecido en un cierre que duró un año. 

La historia es larga y tiene varios ángulos pero vamos a lo que pasa ahora.

Hace poco más de una semana, militares venezolanos se enfrentaron a un grupo irregular armado en el estado de Apure, Venezuela. El choque entre las Fuerzas Armadas de Venezuela y una de las facciones que integran la disidencia de las FARC terminó con el asesinato de dos militares venezolanos, al menos seis colombianos muertos y 39 detenidos por el Ejército venezolano. Hasta ahí los hechos. El tema está en las lecturas y las acusaciones cruzadas.

Venezuela, mediante su ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, denunció que los militares atacaron campamentos ilegales de disidentes de las FARC en Venezuela, que el gobierno de Iván Duque estaba al tanto y que no es casualidad que coincida con la creación de una unidad de élite de acciones especiales en ese país. 

Colombia respondió, mediante su ministro de defensa, Diego Molano, que ordenó reforzar la presencia militar en la zona, que no tiene nada que ver con el tema y que garantizará la seguridad. 

Ciertos sectores del oficialismo colombiano se unen a las denuncias de los opositores a Maduro en Venezuela como Juan Guaidó en la tesis de que fue el gobierno venezolano el que decidió enviar a sus militares a proteger a sus aliados en las peleas de facciones al interior de las disidencias de las FARC. Esto es algo que la Cancillería de Venezuela desmiente

Mientras las acusaciones van y vienen entre los gobiernos de Colombia y Venezuela, en el medio existen unas 4.000 personas que se vieron forzadas a salir de Venezuela rumbo a Colombia para evitar ser víctimas de la violencia.

Lo que queda en claro es que tanto en el departamento colombiano de Arauca como en el estado venezolano de Apure son los grupos armados no estatales los que continúan controlando el pulso de la zona de manera violenta.

Elecciones en Madrid

El 4 de mayo la comunidad de Madrid tendrá elecciones. Una aclaración: la comunidad es como nuestras provincias y está gobernada por un presidente, no la confundan con el ayuntamiento de Madrid que viene a ser la ciudad y está gobernada por un alcalde. Hasta el momento, tanto la comunidad como la ciudad están gobernadas por el Partido Popular (PP).

Lo primero a tener en cuenta es que estas elecciones nacen de un llamado anticipado a las urnas. En mayo de 2019 la mayoría de las comunidades autónomas tuvieron elecciones, incluyendo Madrid. El resultado en ese distrito fue el primer lugar para el PSOE con un 27%, seguido por los conservadores del PP con el 22%. Sin embargo, el buen resultado de los liberales de Ciudadanos (19%) con el de la ultraderecha de Vox (casi 9%) permitió que sea el PP el que forme gobierno en lugar del PSOE. Así, Isabel Díaz Ayuso del PP fue nombrada presidenta de la Comunidad de Madrid. 

Lo que vino después fue una ruptura de la coalición de Ciudadanos con el PP en la comunidad de Murcia, cuando Ciudadanos apoyó una moción de censura contra el presidente de ese lugar, Fernando López Miras del PP, siguiendo al PSOE.

Frente a esta ruptura, Isabel Díaz Ayuso decidió llamar a unas elecciones autonómicas anticipadas el próximo 4 de mayo. Para entender esta estrategia hay que tener en cuenta que, en líneas generales, en los últimos años cayó mucho la intención de voto a Ciudadanos y el PP viene recuperando a una parte importante de sus votantes históricos. También creció el apoyo a la ultraderecha de Vox, aliado del PP a la hora de formar gobierno.

La decisión de Ayuso de llamar a elecciones llevó a que el vicepresidente primero del gobierno de España, Pablo Iglesias de Unidas Podemos, renunciara a su cargo para disputar, en primera persona, las elecciones. ¿Por qué? Porque no tienen un candidato fuerte y corrían riesgo de desaparecer. 

Ya en 2019 habían conseguido un flaco 5% mientras la fuerza Más Madrid de Iñigo Errejón, que había roto con Podemos ese mismo año, consiguió en esa elección un 14% que se tradujo en 2o diputados frente a los 7 de Unidas Podemos. Más Madrid llega a esta elección con Mónica García como candidata. 

La jugada de Pablo Iglesias es arriesgada. En primer lugar porque abandona la escena nacional para avanzar en el plano local. En segundo porque está jugando su carta más fuerte: la candidatura del propio Iglesias, por lo que deberían sacar un excelente resultado para evitar ser considerado una derrota.

“Estas elecciones no son una competición entre las fuerzas progresistas. Enfocarlas así sería un error”, dijo Errejón en esta entrevista. Lo cierto es que es imposible negar que una parte importante de las lecturas estarán ubicadas en esa clave. 

Hasta el momento, según los sondeos, el escenario favorece al PP. Los conservadores sacarían una amplia mayoría del 40% frente al 26% del PSOE. Un Partido Popular que junto a Vox, en crecimiento con un 9%, podría llegar a formar gobierno. La situación favorece al PP porque ya no necesitaría siquiera de Ciudadanos que posiblemente pase de 11 diputados a ninguno, un resultado que no puede leerse sino como lapidario. Más Madrid de Errejón volvería a superar a Unidas Podemos: el primero conseguiría 15 diputados frente al segundo que sumaría 10. 

De confirmarse estos números, el escenario no puede ser leído más que como una derrota de Iglesias en la pelea con Errejón y un mal resultado para el progresismo en general en la región, esto incluye al candidato oficialista del PSOE. 

Apuesta diplomática de Francia en Libia

Francia reabrirá hoy su embajada en Libia. La representación diplomática en ese territorio permanecía cerrada desde 2014, tres años después de la muerte de Muamar Gadafi. 

Sin embargo, según la Cancillería francesa, Francia nunca rompió el vínculo con Libia: “Después del cierre de la embajada de Francia en Trípoli en febrero de 2011, la embajada de Francia reabrió en Trípoli en agosto de 2011. La embajada de Libia en Francia no ha dejado de funcionar en ningún momento durante la revolución”. 

También aclaran que Francia está comprometida decididamente en la resolución de la crisis política libia: “Apoya plenamente la mediación del Representante Especial del Secretario General de la ONU e insta activamente a las partes libias a formar un gobierno de unidad nacional cuanto antes. Solo unas autoridades legítimas que ejerzan un control efectivo en todo el territorio libio podrán responder a los desafíos del terrorismo y de la migración a los que se enfrenta hoy Libia”. 

¿Por qué llega esto ahora? Porque desde hace un par de semanas Libia cuenta con nuevo gobierno aunque en los hechos continúa dividida en dos partes, con dos parlamentos, dos gobiernos y dos ejércitos que se enfrentan y dominan una parte distinta del territorio. 

Esto es esto por hoy.

Te mando un abrazo,

Ayelén

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Soy periodista especializada en política internacional. Estudié Ciencia Política (UBA) y tengo un máster en Periodismo (UTDT). Viví un tiempo en Caracas, Madrid y Londres. Co-conduzco la Edición Internacional del noticiero de TV Pública y soy columnista en la semana en la Edición Central. Produzco y conduzco el podcast de análisis político de la revista Nueva Sociedad y escribo en distintos medios como Le Monde Diplomatique. Tengo tres obsesiones políticas: Bolivia, Brasil y Venezuela.