Quiero creer: Cositorto y Generación Zoe

Las estafas, el esquema de Ponzi y el coacheo maxi-kiosco de Leandro Corstitorto. Cómo pasó de crear una ilusión millonaria, de que tantas personas le creyeran, a estar con prisión preventiva y enfrentarse a más de 150 denuncias.

Hola, ¿cómo estás? 

La semana pasada terminé de deshacerme de una persona en mi vida que me mentía de modo más o menos compulsivo y revisando lo sucedido sentí que me habían hecho una estafa telefónica. Todos conocemos algún caso, o quizás nos pasó, de que nos llamen por teléfono, nos enreden (como dice la cajera de la estación de servicio al principio de Nueve Reinas “¡me hizo el truco!”) y terminemos creyendo algo que es a todas luces mentira. Conozco gente muy inteligente que casi cae y también conozco gente que dice que a ellos jamás les pasaría, y que luego les ha pasado, claro. En todos esos casos, fue alguien de afuera, alguien que por ejemplo no estaba participando en la conversación telefónica pero escuchaba, quién se dio cuenta de que lo que estaba pasando era mentira. 

En este newsletter te cuento de Generación Zoe y Leonardo Cositorto, una de las mayores estafas en la historia argentina reciente que involucra espiritualidad y criptomonedas. Dado que los cuentistas y las estafas existen desde siempre, ¿qué tiene que ver la tecnología con este caso particular? Creo que hay tres cosas. Una no tiene que ver sólo con la tecnología, sino con el tiempo en el que vivimos y del que la tecnología es gran contemporánea: la desigualdad del ingreso es creciente -entre generaciones y al interior de ellas- y mientras algunos hacemos cálculos para llegar a fin de mes o para dejar de gastar más de la mitad de nuestro sueldo en alquiler, otros son mega multimillonarios. Esto genera desesperación, desconfianza en un sistema roto y ganas de salvarse mágicamente. O sea, hay ganas de tener plata de otro modo que no sea trabajando. La segunda, más directamente relacionada con la tecnología, es la soledad y el aislamiento. El sueño de conectarnos a todos que repite Mark Zuckerberg resultó ser falso. Sí, estamos a un mensaje de distancia de cualquiera, pero también estamos más solos. Seguramente te pasó que alguna vez después de un atracón de celular, lo dejás sintiéndote rara, molesta por algo difícil de describir. Sos vos y tu celular, y eso es menos que uno. Creo que eso también contribuye a que haya un público disponible para esas estafas. La tercera y última es la ansiedad. La tecnología nos enseña todos los días que todo debe suceder ya y hay menos tiempo para pensar, reflexionar, sopesar opciones, antes de actuar. Operamos por impulso, y así nos va.  

En lo que sigue escribo sobre Cositorto y Generación Zoe, quiénes eran, qué hicieron y qué va a pasar ahora. 

Una enorme cantidad de humo

Generación Zoe se presentaba como una compañía de coaching y liderazgo que fue expandiéndose luego hacia educación, inversiones financieras (incluyendo criptomonedas), ejercicio físico, entre otras cosas. Las unidades de negocio en la actualidad incluyen Zoe Capital (ahí estaba la criptomoneda), Zoe Cash (supuestamente respaldada en oro con una mina de San Juan y otra en Jujuy), Zoe Construcciones, Zoe Fitness, Zoe Natural (unas veterinarias), la Universidad del Trading y Zoe Burger. Además, tenía su propia iglesia: AVIVA Zoe. Un maxi-kiosco, digamos. 

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La lideraba Leonardo Cositorto. Este señor suena a líder espiritual. Hijo de un vendedor callejero que a los 21 se fue a España por tres años y armó un negocio de venta de libros puerta a puerta. Ahí descubrió que sabía convencer a la gente. Un líder “motivacional”. Cuando volvió a la Argentina se dedicó a hacer lo mismo en loop: crear clubes de cualquier cosa (desde vendedores de perfumes hasta coaching, pasando por líneas de celulares) pidiéndole a la gente dinero para ingresar y prometiendo el cielo cada vez. Ese cielo, claro, nunca llegaba. Con el tiempo fue agregando beneficios: primero era solo ganar algo de plata, después una mejora espiritual, en Zoe era todo junto. Esta nota de Victoria de Masi en elDiarioAr es buenísima: un recorrido veloz por la carrera de Cositorto que te deja entre fascinada y horrorizada. 

Con todo ese recorrido y “aprendizaje”, Cositorto fundó Zoe en Córdoba. Rápidamente, se expandió no solo por todo el país sino también  hacia el exterior. De acuerdo a Cositorto, Zoe estaba en 17 países, tenía 65 oficinas y 85 mil miembros. Y sin embargo, Cositorto es monotributista clase A en la AFIP. 

El sistema funcionaba como el viejo y querido esquema Ponzi. Una persona firmaba un contrato para obtener servicios de coaching ontológico, espiritual y educación financiera (la ironía). Ese contrato incluía aportar 2.000 dólares, los cuales quedaban inmovilizados por un año. Ese aporte supuestamente iba a generar un 7,5% en dólares cada mes (una suma altísima), que podía crecer si la persona incorporaba más inversionistas a la red.  

Vamos a un caso concreto. En Buenos Aires una chica entregó 20 mil dólares cash. 15 mil iban a un fideicomiso y 5 a criptomonedas. Por el fideicomiso iba a recibir un interés mensual del 8%, por las cripto 25%. Cobró un mes y nunca más. 

Este esquema funciona tan parecido a un esquema ponzi o estafa piramidal que fue denunciado y la justicia empezó a investigar. 

Las causas

Hay varias causas en el país. Una de las primeras denuncias fue hecha por la ONG Bitcoin ante la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos. La Comisión Nacional de Valores había iniciado unos días antes un sumario administrativo a la empresa y a Cositorto por actos irregulares en el mercado de capitales, además de alertar a la Organización Internacional de Comisiones de Valores que comunicó esto a los reguladores de Colombia, España y Paraguay -porque recordemos que Zoe ya operaba a escala internacional-. 

En Argentina, además, hay causas que avanzan en Córdoba, Santa Fe y Corrientes. En Villa María, Zoe tenía su mayor oficina, con más de 20 empleados dedicados a captar y procesar dinero. Una fiscal acusa a la empresa de 176 hechos de estafa. Cositorto ya tiene prisión preventiva por vender de todo con promesas de lo más creativas. Por ejemplo, se vendía un “pin emperador” que prometía dar acceso al 10% de las ganancias globales de Zoe. Y la gente lo compraba. En Rosario, hay 11 damnificados con pérdidas de alrededor de 100 mil dólares representados por el abogado Jorge Resegue. 

Entre esos once hay gente que puso los ahorros de toda su vida, o se endeudaron para entrar a la empresa. Ese abogado contó que la gente siguió creyendo hasta último momento en Cositorto, incluso después de que había sido detenido: “No visualizaban que había habido un esquema defraudatorio». El fiscal de la causa dice que siguen apareciendo víctimas, con lo cual las pérdidas podrían ser de hasta 250 mil dólares. 

Qué dice Cositorto 

Detenido en República Dominicana por Interpol y la policía de ese país, Cositorto fue extraditado a Argentina donde enfrenta, por ahora, una causa por asociación ilícita y estafa. Cositorto niega todo. Dice que son “membresías inteligentes” y que cada persona puede ver la evolución de su inversión durante los tres años de duración de su formación. Explícitamente dice que no se trata de un modelo piramidal (porque esos “no duran más que seis meses o un año”) y acusa al resto del mundo de lo que le está pasando. El resto del mundo pueden ser el mundo financiero, tuiteros, la prensa y varios otros. Cuando le dicen que nada da 7,5% de retorno, dice que lo suyo sí -gracias a un fideicomiso financiero en Argentina- y que ellos han ayudado a muchísima gente, recordando que él es pastor desde 2003. Y remata: “Yo, libremente, en vez de estar incomunicado, hoy tengo negocios que puedo volver a operar a nivel mundial y les puedo pagar (a los denunciantes), como lo hice con los 153 pagos que envié”. 

Solo voy a decir lo siguiente: si tiene cuatro patas, mueve la cola y ladra es un perro. 

El del estribo

Precisamente sobre esto de salvarse rápido, este tuit de Elon Musk dando consejos sobre inversiones me dan ganas de reír y llorar al mismo tiempo. 

El tuit dice: 

“Ya que me han preguntado mucho:

Comprá acciones en varias empresas que fabrican productos y servicios en los que *vos* creés.

Vendé solamente si creés que sus productos y servicios empeoran su tendencia. No te asustes cuando el mercado se asuste. 

Esto te servirá en el largo plazo.”

Aviso a la comunidad: salvo que seas Elon Musk, los consejos de Elon Musk para invertir no te sirven. 

Cosas que pasan

Hace poco escribí sobre Alex Jones y sus mentiras a partir de la matanza en la escuela de Sandy Hook, Estados Unidos. Ahora hubo una nueva matanza en una escuela en Uvalde, Texas (la segunda con más muertos desde Sandy Hook) y ya hay mentiras dando vueltas en internet: que no sucedió realmente, que el que disparó era trans y que era indocumentado son solo algunas. Vivimos en un mundo horrible. 

Gracias por llegar hasta acá. 

Un abrazo,

Jimena

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Soy economista (UBA) y Doctora en Ciencia Política (Cornell University). Me interesan las diferentes formas de organización de las economías, la articulación entre lo público y lo privado y la relación entre el capital y el trabajo, entre otros temas. Nací en Perú, crecí en Buenos Aires, estudié en Estados Unidos, y vivo en Londres. La pandemia me llevó a descubrir el amor por las plantas y ahora estoy rodeada de ellas.