Más chances de encontrar a un programador hipster que a un obrero

Las supermanzanas y la ciudad de los 15 minutos aparecen como propuestas de planificación urbana que podrían aparecer en cada vez más lugares en el mundo postpandémico. ¿Qué pasa en las villas? ¿La culpa es de la densidad o del hacinamiento? Alquilar, cada vez más difícil.

Hola ¿cómo estás? Si sos una persona que habita el AMBA como yo espero que estés transitando lo mejor posible la continuidad de la fase 3 de la cuarentena pero con joyerías abiertas (?). Si, en cambio, sos del resto del país que pasó a la fase 4, sólo te pido que evites el bullying

Más allá de la humorada, esta semana fue grata para quienes creemos importante que se empiece a hablar más en términos de áreas metropolitanas y no tanto de ciudades o municipios. Como te conté varias veces, gestionar pensando en límites jurisdiccionales que las dinámicas urbanas trascienden largamente tiene consecuencias negativas como, por ejemplo, resignarnos a que el subte nunca cruce la General Paz. 

¿Te acordás del subte? Mejor dejémoslo ahí. 

También esta fue una semana grata (sí, estoy sorprendentemente positivo, pero dame unas líneas más que vuelvo a la normalidad) para quienes queremos ciudades en las que se piensen políticas que mejoren cómo caminamos por la calle, cómo andamos en bicicleta o cómo viajamos en transporte público. 

La última de las opciones tiene que ver con el mediano y largo plazo y por eso en el contexto actual -en el cual el transporte público está desalentado por ser fuente de contagios- comienzan a surgir propuestas que tienen que ver con las primeras dos. 

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En la Ciudad de Buenos Aires la suspensión del alicaído servicio público de bicicletas apenas se inició la cuarentena no había sido un síntoma alentador, pero con la habilitación de nuevas actividades, la idea de facilitar el distanciamiento social ganó terreno. 

El gobierno porteño decidió ensanchar 12 km de veredas en 18 avenidas y peatonalizar durante el día 10 km de calles en centros comerciales. Además, habilitó nuevamente el sistema de bicicletas públicas para uso de trabajadores de servicios esenciales. ¿Habrán aprovechado este receso para volver mejores?  

Estas y otras ideas, como te conté hace unas semanas, se implementaron en muchas ciudades del mundo. Y también en ciudades del país donde los contagios son muchos menos que en el AMBA. Por ejemplo, el intendente de Pinamar, quien dice cometer el grave error de leer este correo, ordenó peatonalizar el 70% de las calles del centro de la ciudad costera.  

Pero la idea de mejorar la caminabilidad de las ciudades antecede por mucho a la pandemia. El plan de La ciudad de los 15 minutos, fuertemente impulsado por la alcaldesa de París Anne Hidalgo en su última campaña electoral, se suma a otra idea menos difundida en el último tiempo de la que alguna vez te hablé: las supermanzanas de Barcelona. 

A grandes rasgos para “construir” supermanzanas lo único que hace falta es determinar con algún criterio que una cantidad elevada de calles sólo permitan la circulación a 10 km/h, lo que limitaría su uso a peatones y ciclistas. De esta manera se arman y delimitan manzanas más grandes donde los autos y -prioritariamente- el transporte público circulan por sus límites.

Si bien la idea tiene anclaje en propuestas de urbanistas para diferentes ciudades del mundo (se pueden encontrar supermanzanas en Manhattan, en Brasilia y Caracas, entre otras) el gran implementador de las mismas fue Salvador Rueda, quien dirigió la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona por casi 20 años, un ente metropolitano cuyo fin es “reorientar la gestión de las ciudades hacia un modelo más sostenible, aportando soluciones en movilidad, energía, residuos, urbanismo, agua, biodiversidad y cohesión social”.

Las supermanzanas (superilles en catalán) se consideran una estrategia de pacificación, donde la contaminación y el ruido son los dos factores a eliminar. El “enemigo” claramente es el auto particular, cuyo uso se ve claramente desalentado en este esquema. En una entrevista, Salvador Rueda calcula que las supermanzanas hicieron que baje en Barcelona el 70% del espacio ocupado por vehículos motorizados. Este tipo de estrategias se inscriben en algo que él llama urbanismo ecológico. 

Esta intervención se dio particularmente en el barrio de El Poblenou (Pueblo Nuevo), que hace años era conocido como el Manchester Catalán por la cantidad de industrias que se encontraban allí pero en la que ahora hay muchas más chances de encontrar un programador hipster tomando un flat white que un obrero. Sí, el Poblenou se gentrificó y eso trajo aparejados varios problemas para quienes vivían allí desde antes que de eso ocurriera. En este artículo podés encontrar más detalles sobre ese proceso.

La idea se considera heredera del Plan Cerdá, elaborado en 1860 por Ildefons Cerdá para “ensanchar” Barcelona. Este plan también se dio en el contexto de epidemias. Además de la de la fiebre amarilla en 1821, la ciudad catalana sufrió tres brotes de cólera en 1834, 1854 y 1865. Entre las cuatro se cobraron 20 mil vidas y obligaron -como te conté que pasó en Buenos Aires algunos años después- a replantear la morfología de la ciudad.

En Monografía estadística de la clase obrera Cerdá escribe los primeros trazos de su plan basándose en la planificación de otras ciudades como Filadelfia, Boston, San Petersburgo, Turín y -ta tan ta tan- Buenos Aires. Tanto de Filadelfia como de Buenos Aires toma la organización damera o en cuadrícula.

“Ruralizar lo urbano y urbanizar lo rural” era la idea que corría detrás de toda la teoría urbana de Cerdá. Por eso probablemente impuso el plantado masivo de árboles, veredas anchas y una particular forma de manzanas octogonales: 133 metros de lado con esquinas a 45 grados y de 20 metros de longitud cuya vista cenital sea probablemente la postal aérea más conocida de Barcelona. Se trata del barrio de L’Eixample (El ensanche)

Las manzanas diseñadas por Cerdá, además, planteaban jardines internos en los pulmones para crear una continuidad entre lo público y lo privado. Sin embargo, con el tiempo estos jardines se fueron cerrando o edificando por el intenso lobby del mercado inmobiliario catalán, aunque los grandes pulmones de manzana persisten en buena medida.  

Con la flexibilización de cuarentena, tanto las supermanzanas como el paradigma de la ciudad de 15 minutos se hicieron más conocidas ya que garantizan o al facilitan el distanciamiento social. En este hilo, Vicente Guallart hace un análisis detallado de por qué ambas propuestas se complementan más de lo que uno creería.

Sí, yo también estoy un poco saturado de leer y escuchar todas las lecciones que nos va a dejar el COVID-19. Pero sí, yo también creo que todo esto puede servir para que vivamos en ciudades menos estresantes y más inclusivas. Si para sostener el IFE de manera indefinida se necesita cobrarles un impuesto a los multimillonarios -cosa que espero que suceda- todos estos cambios en la morfología urbana no solo son de barata implementación sino que en el corto plazo hacen que el Estado se ahorre plata.

Hacinamiento y densidad, dos caras de dos monedas distintas

Como ya sabés, la habilitación de nuevas actividades en la ciudad de Buenos Aires coincidió con la aceleración del contagio, llegando a niveles similares a los de la provincia homónima pero con una quinta parte de su población. Pero esa aceleración no se dio de la misma manera en todo el territorio gobernado por Horacio Rodríguez Larreta.    

En estos gráficos y mapas de Soledad Retamar y Martín Barrionuevo se puede ver muy bien esa distribución desigual. Lo de siempre: rojo en el sur, amarillo en el centro y verde en el norte (sí, con un par de excepciones). Es que lo que parecía un virus de sectores acomodados cuando la mayoría de los casos eran importados pasó de a poco a afectar más a aquellas personas que viven en las áreas más vulnerables de la ciudad.

Mientras que en la comuna 13 se duplicaron los casos cada 81 días, en la comuna 1 -donde esta el barrio Padre Mugica, ya hay cerca a los 1.000 infectados- el tiempo de duplicación fue de apenas 5 días. «Lo único que hay que erradicar de las villas es la miseria», decía justamente Mugica, de cuyo asesinato a manos de la triple A se cumplieron esta semana 46 años.

Varios dirigentes políticos de distintas fuerzas deslizaron la idea de que el problema de la aceleración del contagio de la COVID-19 tenía que ver con la densidad poblacional y que se debería incentivar la población de otras zonas del país. Una idea que siempre vuelve y que si incluye más universidades y posibilidades de desarrollo profesional estoy más que de acuerdo.  

Sin embargo, aunque densidad poblacional y contagio parecieran ser fenómenos vinculados -y en alguna medida lo son- el mapa que te mostré más arriba da cuenta de que el hacinamiento y la falta de acceso a servicios básico son factores mucho más relevantes. De hecho, la comuna 8 (Soldati, Lugano, Villa Riachuelo) duplica sus casos cada la mitad de días que la comuna 14 (Palermo) pero es un 40% menos densa. Además, siempre viene bien recordar que la población de la Capital hace 70 años es la misma.      

«Sólo la 31 tenía el mismo presupuesto que el resto de las villas de la Ciudad. ¿Cómo puede ser que no hayan instalado los caños de agua?», le preguntó Charly Fernández a la ministra de Desarrollo Humano y Hábitat María Migliore en este debate que se dio ayer en el programa Pasaron Cosas y que te recomiendo que escuches entero. Charly apuntó directamente a la Secretaría de Integración Social y Urbana, que encabeza Diego Fernández y quien tiene a su cargo la reurbanización del barrio hace años. 

Mientras tanto, Axel Kicillof intenta evitar que lo que está pasando en CABA se traslade a los barrios populares del conurbano bonaerense. 

Paradores parados

Los paradores que albergan a las personas en situación de calle en la ciudad de Buenos Aires también fueron noticia esta semana. De las 92 personas que había en un parador, 79 dieron positivo el miércoles, razón por la cual las autoridades tuvieron que cerrarlo y utilizar hoteles de la ciudad para aislar a los demás. 

Sí, como en el caso de los barrios populares, era algo previsible y que otras ciudades ya habían mostrado: no se pueden aislar personas en un parador donde es imposible mantener la distancia social y se comparte el baño y las duchas. En esta nota del 20 de abril, podés ver cómo en San Francisco -una de las ciudades norteamericanas con más personas en situación de calle- se habían dejado de usar refugios y se recomendaba usar habitaciones de hotel. 

En busca del CBU

La Federación Nacional de Inquilinxs encuestó vía internet a 3984 inquilinos e inquilinas de todo el país para conocer su situación desde el inicio de la cuarentena. Van algunos de los puntos que me parecieron más relevantes:  

  • El 60% no va a poder pagar el alquiler de mayo
  • Entre la población LGBTTIQ+ ese porcentaje llega al 85%
  • El 25% de quienes alquilan no perciben ingresos y el 46% recibe menos que antes de la cuarentena
  • El 11% alquila lugares con mayor desregulación contractual como habitaciones de hotel, pensiones y viviendas ubicadas en barrios populares
  • Al 38% no le pasaron un CBU (obligatorio por decreto) para poder transferir el alquiler y al 6% se lo pasaron pero le cobraron un recargo

Si bien la encuesta realizada por la Federación no se basa en una muestra representativa por la forma en que se aplica y difunde, al ser online es probable que la situación sea aún peor ya que la penetración de Internet en los hogares inquilinos más perjudicados por el aislamiento no se llega a registrar. 

Bonus tracks

Elon Musk me cae cada vez peor. Si bien tiene ínfulas de ‘yo voy a salvar al planeta’, el exótico emprendedor está cada vez más lejos de hacerlo. Esta nota que linkeó Tomás Aguerre en el #PrimeraMañana del martes cuenta que reabrió su fábrica de autos Tesla a pesar de la orden de confinamiento obligatorio que dictó el gobernador de California. El 10% de las muertes por la pandemia en Estados Unidos tuvieron lugar en ese estado. 

¿Cuánto tardás caminando a un parque? Sobre lo que hablamos al principio. Este mapa que hizo Martín Montane demuestra que si nos dieran una hora para caminar, muy pocos habitantes de la ciudad de Buenos Aires llegaríamos a un espacio verde.

Eso es todo por hoy, amigue. Espero que hayas disfrutado de leer este correo tanto como yo disfruté escribirlo.

Abrazos,

Fer 

Escribe sobre temas urbanos. Vivienda, transporte, infraestructura y espacio público son los ejes principales de su trabajo. Estudió Sociología en la UBA y cursó maestrías en Sociología Económica (UNSAM) y en Ciudades (The New School, Nueva York). Bostero de Román, en sus ratos libres juega a la pelota con amigos. Siempre tiene ganas de hacer un asado.