La única verdad es (la percepción de) la realidad

Protesta de la policía bonaerense, ¿reclamo salarial legítimo o algo más? El regreso del Grupo A. Cruces intraoficialismo en los que todos pierden. La necesidad de inversiones en energía.

Hola, ¿cómo estás? Espero que bien. Ya sé que vengo molestando con esto hace meses con éxito escaso, pero ya saben que el burro no conquista por bello sino por insistidor: está muy denso el tono del debate público en Argentina. Si quieren desconectarse después de leer la entrega de hoy, aprovechen que Netflix subió Borgen hace unos días. La vean y después me cuentan.

Un (¿micro?)clima enrarecido

El gobierno reestructuró el 99% de la deuda en dólares bajo legislación extranjera y el 98.8% con legislación local, el país salió del default -lo cual implica que efectivamente se encontraba allí cuando asumió Alberto Fernández-, el oficialismo logró aprobar las iniciativas que se propuso en el Congreso y presentó un megaplan de seguridad. 

Una -otra- buena semana para el Frente de Todos en materia de resolución de problemas bajo su propio criterio, pero la sensación de estar a la defensiva ante la opinión pública. En este contexto, Elisa Carrió descartó en tevé un golpe del que nadie había hablado y se llevaron adelante protestas de la policía bonaerense por toda la provincia. La única verdad es la (percepción de) la realidad. Y lo que mata es el microclima. Que está enrarecido.

Para arrancar por el final, las protestas de la bonaerense se suman a las de Misiones y La Rioja. “Son los sectores más radicalizados mostrando su capacidad operativa”, reflexionaban a última hora del lunes dirigentes nacionales ante #OffTheRecord. Ponían el ejemplo de la departamental sur: 46 efectivos protestando sobre 7 mil activos. Estas manifestaciones son como el amor: se sabe cómo empiezan, pero no cómo terminan. Según fuentes de la fuerza, los instigadores fueron policías exonerados. “Es un reclamo legítimo de la policía, pero lo raro es que la primera vez se manifiesta de esta manera”, reflexionaban desde el oficialismo bonaerense. 

Sin embargo, también es cierto que hace semanas se anunciaba un descontento con la remuneración policial en una página de Facebook creada para ese fin en específico. Evidentemente no hubo un mínimo de inteligencia interna para detectar y desactivar. Los ojos se depositan, naturalmente, en un Berni que eligió ese sitio donde alumbra la opinión pública. Su sobreexposición se tolera porque, en teoría, estas cosas no le pasan. 

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El mapa general da de comer a quienes no creen en las casualidades: deslegitimación del Congreso y la política en general, acciones directas de policías locales, el guión se parece a lo que, con más o menos éxito, se utilizó en otros países de la región. A eso se le suma la imposibilidad de movilización de la coalición de gobierno y otros sectores de la sociedad civil, que tienen en el salir a la calle su manera de decir “acá estamos” y no pueden hacerlo producto de la pandemia.

La vuelta del Grupo A

“Nosotros tenemos el 45% de la Cámara y lo vamos a hacer valer.” La reflexión de uno de los hombres fuertes de la oposición en Diputados desnuda la verdadera trastienda detrás del debate por el protocolo: es un problema de relación de fuerzas, no de agenda parlamentaria. Si no no se explica cómo el jefe del interbloque de Juntos por el Cambio, Mario Negri, convocó en su momento a una sesión especial para tratar los superpoderes de Santiago Cafiero. Si lograba su cometido, Negri iba a sesionar de manera telemática con un temario ajeno a la pandemia. 

La sesión que comenzó el martes y terminó el miércoles dejó heridos algunos vínculos. A las conocidas amenazas a Sergio Massa y Malena Galmarini se sumaron los menos reproducidos -por razones de preservación- hostigamientos a sus hijos. En la protesta que se organizó en la casa de los Massa asistió un caballero con permiso de portación de armas. Escopeta, más precisamente. Alguien del bloque opositor compartió en los grupos de WhatsApp de Banquemos -el residuo de aquellos Defensores del cambio- el teléfono del presidente de la Cámara de Diputados. La pareja tigrense apunta a Waldo Wolff. El titular del bloque PRO, Cristian Ritondo, de histórica amistad con Massa, lo encaró: “¿Fuiste vos?”. Wolff lo negó. Compañeros de su bloque mencionan a Hernán Lombardi como instigador. Habladurías. 

“Sergio no resiste otro escenario como el del martes”, se entusiasmaba ante #OffTheRecord un diputado que sabe de la incomodidad del mandamás de Diputados frente a estos escenarios que lo alejan del centro. “Por eso van a tener que mejorar la propuesta del otro día”, concluía. En el Frente de Todos la posición de sesionar de manera mixta se mantiene. Máxime luego del positivo del santafesino José Núñez que almorzó ese día con su colega Jorge Enríquez, de 72 años. Ambos comensales lo niegan. Enríquez debe tener un sosia que le transmitió la preocupación por el mitin a un diputado del bloque de Roberto Lavagna. 

Previo a esto, las autoridades de la Cámara enviaron un informe a todas las autoridades de bloques “protocolizando la secuencia de una situación de reunión presencial”. En ese documento se dispuso la cantidad de bancas que era posible utilizar respetando la distancia de un metro y medio entre los diputados. El resultado fueron 45 bancas que junto al uso de los palcos del recinto alcanzaba un total de 90 bancas. Lo que ocurrió es más conocido: JxC ingresó al hemiciclo con más de 80 integrantes. “Se configuró así una violación al protocolo sanitario, sin respetar las medidas de distanciamiento social establecidas. De igual modo, al momento de la merienda, infusiones y comidas los y legisladores de JxC modificaron la estructura del salón, corriendo las mamparas que restringían el uso de sillas y sillones a los fines de impedir que se produzcan ámbitos de interacción social donde se incrementen los riesgos de contagio”, explica un documento de circulación interna al que tuvo acceso #OffTheRecord. 

Hasta última hora de ayer, la dirección del Servicio Médico intentó reconstruir el mapa epidemiológico con la identificación de los contactos estrechos. La colaboración del interbloque que conduce Negri fue escasa. Es comprensible: no lo hubiera favorecido reconocer que más de una decena de diputados debía entrar en aislamiento en medio del debate por la modalidad de la sesión. Sin embargo, como posible foco de contagios, según la normativa del ministerio de Salud podría aplicarse el plan DetectAr.

Hoy por la tarde, el Frente de Todos irá con una propuesta: la Cámara le garantiza la presencialidad a todos los diputados que quieran asistir. Tiene lógica. Difícilmente la acepte Cambiemos: si esto ocurre, sólo ese interbloque estará en el hemiciclo y las gradas del Congreso. Hicieron mal los números. Se lo tuvo que advertir Ritondo a Negri cuando estaba a punto de firmar. Conflicto en puerta.  

Todos pierden

Las broncas comenzaron a fines de 2012 cuando Sergio Berni era secretario de Seguridad de la Nación. En diciembre, un grupo organizado intentó tomar el Carrefour de San Fernando y se enfrentó con las fuerzas de seguridad. Berni asegura al día de hoy haber identificado a integrantes del Movimiento Evita. La organización lo niega. En aquel entonces el conflicto no escaló porque ambos, al igual que hoy, formaban parte del gobierno. La diferencia es que en ese momento la coalición era menos heterogénea, pero con las relaciones de poder más claras. Las tensiones durante el último gobierno de Cristina Kirchner fueron tantas y de tal intensidad que el run run internista quedaba para más adelante. La posterior derrota hizo deponer las armas y la vuelta al Estado volvió a encender viejas disputas, aunque Berni y el Chino Navarro hayan coincidido en una cena hace alrededor de tres meses. “A Sergio se lo comió el personaje y está empoderado, no hay que darle bola”, dicen desde el Evita. “Emilio se hace el teórico setentista, el Chino se cree Julio María Sanguinetti y ninguno puede explicar dónde está la guita que les dio Stanley”, retrucan con furia desde el entorno del ministro bonaerense. 

Evocan, en ese sentido, las declaraciones de Pérsico en un extenso reportaje con La Nación Trabajadora. Reproduzco el pasaje completo para no cometer injusticias: “Nosotros cuando entró el gobierno (de Macri) tuvimos dos discusiones fuertes. La primera, qué es lo que íbamos a hacer en el Estado; y la segunda, cómo posicionarnos ante él. Nosotros al Estado macrista le encontramos la vuelta, gracias a una estrategia para pelear que tenía una consigna que me mandó en una carta Francisco donde me daba consejos: “firmeza y mansedumbre”. La firmeza surgía de las convicciones hacia el sector social y la mansedumbre de la justeza de los reclamos que íbamos a plantear al Estado. Fue una estrategia que nos dio resultados, logramos avanzar, todas las organizaciones crecieron, salimos con mucho más poder popular que el que entramos. Le pusimos una conducción al proceso de las organizaciones populares, cosa que es difícil. Construimos una hegemonía dentro de ese espacio, porque crecieron todas desde las más chiquitas hasta las más grandes. Eso nos dio la posibilidad de entrar a esta nueva etapa. Encontrarle la vuelta a este gobierno es más difícil, porque en los gobiernos reformistas siempre hay una desacumulación de organización popular. Porque el reformismo es en lo económico derrame inducido, pero en lo político es una hegemonía de los sectores medios que creen saber cómo resolver los problemas de los trabajadores. Cristina me lo dice constantemente: yo sé resolver los problemas de los trabajadores, ustedes no saben. ¿Qué quiero decir? Estos gobiernos no creen en el protagonismo popular”.

Berni está preparando una denuncia contra el Movimiento Evita. “Estamos muy tranquilos, no tiene nada”, aseguran desde el entorno de la conducción de la organización. “¿Van a pedirle al Presidente o a algún funcionario que interceda para evitar la presentación?”, consultó #OffTheRecord. “No, nosotros estamos para acompañar a Alberto. A Berni atacando y descalificando le va bien en las encuestas”, fue la respuesta. El ministro, además, va a pedir una auditoría para saber el destino del dinero otorgado durante el período 2015-2020. “Las entregas de los fondos eran luego de la rendición de cuentas, ahí no van a encontrar nada”, sostienen las autoridades del ministerio de Desarrollo Social de la gestión anterior. 

La película es más compleja aún y expone las dificultades de un frente heterogéneo y el loteo horizontal de algunos ministerios. Dos de los conflictos más importantes fueron en Desarrollo y Vivienda, donde las organizaciones sociales no están conformes con los ministros. “Le tienen pisada la guita para el RENABAP a Fernanda”, protestan desde la CTEP. “Fernanda” es Fernanda Miño, secretaria de Integración Socio Urbana del ministerio que comanda María Eugenia Bielsa. Esto se le suma a la compra de alimentos a precios presuntamente altos que derivó en un recambio de autoridades internas luego de la queja pública de Juan Grabois.

En Provincia de Buenos Aires la sintonía con el ministro de Desarrollo es más fina que con su par nacional. Andrés “Cuervo” Larroque lo habló con el propio Grabois. Tener el Estado no es lo mismo que no tenerlo. El gobierno provincial estaba preparando un plan integral de vivienda cuando llegó la pandemia y se comprometió a presentarlo una vez que pase el peligro del virus. Así las cosas, una máxima no escrita: los debates enriquecen a una coalición, las disputas de poder a cielo abierto no. La salud del Frente de Todos depende que se fortalezcan los primeros y se eviten los segundos.

A generar reglas claras que se acaba el mundo

El cambio de figuras en Energía, con traslado de competencias ministeriales, todavía  espera que se conozcan orientaciones. Los desafíos que esperan a Darío Martínez son tan relevantes para el futuro de la Argentina como el 10 de diciembre de 2019 y la carambola necesaria para resolverlos, igual de compleja. A su modo, las últimas dos gestiones de gobierno encontraron en el sector varios de sus mayores problemas. 

La cuenta energética explicó gran parte del déficit externo y, en consecuencia, el estancamiento del crecimiento económico durante la última gestión de Cristina Fernández de Kirchner a pesar de los esfuerzos de reordenamiento del área cuando Axel Kicillof reemplazó a Julio De Vido como hombre fuerte en el área. 

Durante el gobierno de Macri, cuando Federico Sturzenegger y Alfonso Prat Gay hablaban en pizzas y postulaban que nada sería inflacionario, los aumentos de tarifas fueron, junto al dólar, el gran dinamizador de la inflación. Con los errores en el espejo retrovisor, el gobierno de Alberto Fernández tiene por delante poco menos que encontrar la cuadratura del círculo. Todos en el gobierno entienden la importancia de desarrollar Vaca Muerta.

El yacimiento permitiría garantizar, en el corto plazo, el autoabastecimiento de gas y, en el mediano, la generación de saldos exportables y dólares para el crecimiento. Esta producción, sin embargo, requiere de grandes inversiones que, a su vez, necesitan marcos estables y razonablemente previsibles para su realización. ¿Cuál es el problema? De los precios de los productores dependen, en gran parte, los precios de los consumidores y con ellos los costos de la energía y los combustibles que se llevan una buena parte de la canasta de precios de la producción y el consumo. Si el riesgo de otorgar aumentos desmedidos es alimentar procesos inflacionarios, la tentación de utilizar las tarifas como un ancla fija para limitar los aumentos de precios pone en riesgo no sólo las cuentas públicas sino las posibilidades de inversión de las empresas del sector que no muestran números saludables en sus libros de balance.

Si la situación de base en la Argentina era compleja, la pandemia hizo todo un poco más difícil. La caída sin precedentes de la demanda global, producto de los confinamientos en todo el mundo, motivó una caída récord de los precios del petróleo, cortando así inversiones a una escala poco vista y llevando a la quiebra a decenas de empresas dedicadas al sector de hidrocarburos no convencionales en los Estados Unidos. El demorado pero necesario «barril criollo» fijó el precio local en 45 dólares, por encima de los valores internacionales, a cambio de mantener empleos, inversiones y proveedores locales. Hoy, el precio internacional se recuperó hasta valores similares a los fijados en la normativa argentina. En la misma dirección marchaba el Plan Gas que prometía un marco de certezas para los productores durante los próximos cuatro años y cuyo destino quedó en suspenso con el cambio de autoridades en la secretaría de Energía, aunque hay señales de que la intención es mantener algunos lineamientos.

Sin embargo, las señales no han sido similares en el ámbito de competencia de los entes reguladores. Es difícil de explicar la denuncia que presentó el interventor del Enargas, Federico Bernal, contra el ex Secretario de Energía, Juan José Aranguren, por el esquema tarifario del macrismo que, asegura, habría prescindido de los precios de mercado. Una decisión de judicialización de la política cuyo antecedente más inmediato es la causa de dólar futuro por la que fue procesada Cristina Fernández y que, en vez de enmendar diferencias o errores de sus antecesores, ubica sus conductas en el código penal y, por supuesto, agrava incertidumbres. 

Entre desafíos y antecedentes contradictorios deberá navegar Darío Martínez.

Bonus track

  • La elección en el BID está prevista para el sábado. Tan lejos de Dios, tan cerca de los Estados Unidos, México volanteó a último momento y dejó expuesta a la Argentina. Pasó a ser el mayor exportador al país que gobierna Trump superando a Canadá. ¿Papita para Claver-Carone, el Halconazo?
  • Guzmán sostiene que el mayor drenaje de dólares no es a través de los ahorristas sino de las empresas que demandan divisas para pagar las deudas que contrajeron durante el gobierno de Macri. En 2002, el BCRA no le vendía los dólares. Ahora podrían buscar a través de CCL o no pagar y refinanciar. Lechuga barata para limpiar los pasivos seguro que no. La decisión de no vender es del Estado. ¿Será?
  • El suero equino hiperinmune avanza con 90 pacientes incorporados en el doble ciego randomizado cuyos resultados van a estar para finales de octubre. En un par de semanas se conocerá otro que viene a paso lento, pero sostenido: uno que está desarrollando Elea con ivermectina. A cruzar los dedos.
  • ¿Cómo va el Estado a desalojar una toma de tierras si no puede impedir que 20 enardecidos eviten que Lázaro Báez cumpla una orden judicial de prisión domiciliaria? El SPF sabía que la protesta iba a llevarse adelante y podría haber asegurado el cumplimiento de la orden a través de la presencia de efectivos o, de no tenerlos, solicitarle al ministerio. Lo trasladaron, además, en el prime time cuando podrían haberlo hecho de madrugada. ¿Negligencia o deliberación?
  • Parece que los cruces de llamadas entre Carlos Rosenkrantz y Fabián Rodríguez Simón los días de fallos claves fueron, como reza la canción, mucho más que dos.

Antes del libro, te quiero recordar que –producto de la situación global y del rubro en particular, pero también del ethos de Cenital– abrimos la posibilidad de que seas parte del proyecto a través del sistema de apoyo económico para poder seguir creciendo. Ya entregamos las primeras becas y medias becas para estudiar idiomas en el CUI y próximamente vamos a continuar con más beneficios.

La recomendación de hoy es Dublineses de James Joyce.

Ojalá hayas disfrutado de este correo tanto como yo. Estoy muy agradecido por tu amistad que, aunque sea espectral, para mí no tiene precio.

Iván

Soy director de un medio que pensé para leer a los periodistas que escriben en él. Mis momentos preferidos son los cierres de listas, el día de las elecciones y las finales en Madrid. Además de River, podría tener un tatuaje de Messi y el Indio, pero no me gustan los tatuajes. Me hubiera encantado ser diplomático. Los de Internacionales dicen que soy un conservador popular.