Estoy en camino

La seguridad vial, barrios cerrados en el medio de la ciudad, expropiaciones para generar una ciudad más compacta, un recorrido por Chacarita y el subte que no llega más.

Hola, ¿cómo estás? Espero que lo mejor posible. Yo, acá, sosteniendo los primeros fríos de otro año de pandemia a fuerza de guiso de lentejas, vino y fútbol. La cosa sana. Hablando de cosas sanas, hoy quiero retomar una buena costumbre: la picadita de novedades urbanas. Me gusta cuando profundizamos en uno o varios temas pero la coyuntura urbana no da tregua (?) así que empecemos.

1. La acumulación de pequeñas banalidades

La semana pasada fue el Día de la Seguridad Vial y me crucé con esta nota de Felipe González en El Gato y La Caja que me pareció que ilustra de forma excelente lo que significan las miles de muertes evitables que se producen en el tránsito. En Argentina en 2018 murieron 5.493 personas en ese contexto, 15 por día. El año pasado, mientras escribía sobre esto en el newsletter, un lector me contestó pidiéndome que por favor no use la palabra “accidente”, como lo catalogan las estadísticas vitales del Ministerio de Salud, que nos deja ver otros datos impactantes: es la primera causa de muerte no vinculada a una enfermedad y la principal causa de muerte incluyendo enfermedades en personas entre 15 y 24 años.

El 2020 fue un año raro para analizar cualquier cosa pero especialmente las estadísticas viales. Por las restricciones de la circulación hubo mínimos históricos de muertes. Por eso, para ver cómo estamos ahora, conviene mirar al 2019, y hay algunas mejoras, aunque aún operaron restricciones a la movilidad. Mientras que en el primer cuatrimestre de 2019 hubo 1.572 víctimas fatales, en el mismo período de 2021 murieron 1.181 personas, una caída cercana al 25% y una suba de apenas el 3% respecto del mínimo histórico de 2020. Falta mucho, pero son datos alentadores que, según el área de Seguridad Vial de la Nación, se deben a mayores y mejores controles, sobre todo en rutas.

La mayoría de las muertes en Argentina se dan arriba de una moto o de un auto, aunque eso varía bastante según de qué parte del país estemos hablando. En la ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, las y los peatones son las víctimas principales, a manos de automovilistas. Hace un tiempo me recomendaron un documental de Werner Herzog que me pareció espectacular. El documentalista alemán entrevista distintas víctimas, sus familiares y también victimarios involucrados en siniestros viales causados por el uso del celular al volante. A estos últimos les pregunta cuán importante era el mensaje que estaban mandando en el momento del acontecimiento. Uno era “estoy en camino” y otro, al no poder recordar lo que estaba mandando, decía: “No me acuerdo, así de importante era el mensaje”.  

2. ¿Countries urbanos? 

La ciudad de Buenos Aires busca introducir una nueva nomenclatura en la Ley de Catastro: Propiedad Horizontal Especial. Desde la oposición denuncian que se trata de una forma de avalar la construcción de barrios cerrados de lujo en la ciudad, ya que dicha nomenclatura es la que se utiliza en varias provincias del país para señalar ese tipo de desarrollos que no existen en CABA. Además, apuntan que esa figura estaría hecha a medida del barrio de lujo que se prevé construir en el 35% del predio que el Ejecutivo porteño pretende privatizar en Costa Salguero o en el barrio náutico Solares de Santa María en La Boca (demorado por la constructora IRSA). Es que también introduce una definición ambigua sobre la determinación de la Línea de Ribera que está estipulado en la Constitución porteña que su acceso sea público, algo que justamente está frenando la venta de Costa Salguero.

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Los barrios privados están prohibidos en el Código Urbanístico pero no se aclara allí qué características tienen los mismos, por lo que se abre un espacio a interpretaciones diversas. Desde la oposición sospechan que la modificación de la Ley de Catastro puede ser una manera de avanzar con urbanizaciones cerradas más grandes, de dos o tres manzanas, comunes en otras ciudades de Latinoamérica, sin necesidad de ceder las vías de acceso a los edificios como establece el CU. 

Sin embargo, desde la Secretaría de Desarrollo Urbano del GCBA lo desmienten categóricamente y adelantan que van a sacar el término “Propiedad Horizontal Especial” y “Conjuntos Inmobiliarios” del proyecto de ley para que no haya confusiones. “Nuestro único objetivo es adaptar la Ley de Catastro de la ciudad a las modificaciones del Código Urbanístico y del Código Civil de la Nación. Los barrios cerrados están prohibidos por el Código Urbanístico”, contestaron desde la cartera que dirige Álvaro García Resta.

3. Una ordenanza para ordenar el crecimiento urbano

Una ordenanza municipal de Avellaneda busca habilitar expropiaciones -previa aprobación de la Legislatura y pago de indemnización- de terrenos que estén en desuso por ocho años consecutivos, luego del cobro de una tasa progresiva a lo largo de ese período si no se comienza a edificar la parcela. Si bien parece algo novedoso, la normativa está amparada en otra de origen provincial, que se aprobó en 2012 por unanimidad. Es la Ley de Acceso Justo al Hábitat (en la nota linkeada dice que está basada en la 8912 de la dictadura pero justamente la LAJH la modifica para introducir estos instrumentos), que prevé herramientas para los municipios, muchos de ellos escasamente explorados en casi diez años de existencia de la normativa. 

Una de esas herramientas es el parcelamiento y edificación obligatorios. Según esta guía del CELS, “los municipios pueden exigir al propietario de un inmueble urbano baldío, con construcciones derruidas y/o paralizadas, el cumplimiento de la obligación de parcelar y/o de edificar el inmueble de su titularidad (…). En el caso de que el propietario incumpla, el municipio puede aplicar un gravamen especial sobre el inmueble, de carácter progresivo, durante cinco años, que no puede superar el equivalente al 50% de la tasa de alumbrado, barrido y limpieza. Si luego del plazo persiste la falta de parcelación y/o edificación, el inmueble queda declarado de utilidad pública y el municipio puede proceder a la expropiación”. 

El argumento de este tipo de instrumentos tiene dos ejes principales: desincentivar la expansión urbana de baja densidad, que es menos eficiente en el uso de los servicios públicos proporcionados por el municipio y, por otro lado, incentivar el uso de la capacidad ociosa en zonas centrales de la ciudades que suelen estar a la espera de subas en el precio del suelo urbano y, a la vez, en una especie de profecía autocumplida, provocan esa suba por achicamiento de la oferta. El CELS, además, sacó un comunicado específico sobre la ordenanza de Avellaneda en el que señala que el instrumento “contribuye a una planificación urbana más eficiente”.

En la esfera de lo menos estructural, los baldíos que permanecen sin uso durante mucho tiempo traen otras dificultades vinculadas a la higiene y la salud pública -cuando, por ejemplo, se forman basurales en esos terrenos-, así como también a la seguridad de la zona, tanto en términos del delito como en términos físicos, por peligros de derrumbe. Todas cuestiones que directa o indirectamente aumentan los gastos del municipio. 

Si bien la palabra expropiación puede sonar fuerte, la instancia que pretende habilitar Avellaneda existe en muchas ciudades del mundo capitalista que buscan desincentivar la ociosidad del suelo y la vivienda, como San Pablo, Río de Janeiro, Barcelona, Londres y algunas ciudades de Estados Unidos. Además, teniendo en cuenta que la expropiación se daría luego de ochos años de no hacer nada en el terreno, es probable que sean muy pocos los casos que efectivamente se expropien. Hay quienes dicen que las autoridades del partido del sur del AMBA están pensando en casos como el del Elefante Blanco de Avellaneda.

4. La línea F sirve para caminar

Sí, es como la utopía para Eduardo Galeano: cuando parece que ya está por llegar la licitación para construir la línea de subte que uniría Barracas con Palermo, se aleja un poco más. Esta semana se pospuso por vez número once. En una de las anteriores prórrogas, el ministro de Transporte de la Ciudad, Juan José Méndez, dijo que en el medio de la pandemia no era prioritario pensar en el subte. Esta vez insistió con ese argumento, pero ya apuntando al largo plazo y los cambios de hábitos. “Cada vez se usa más la bicicleta y otras alternativas”, dijo, y agregó que eran más urgentes otras obras como las que buscan eliminar barreras.

5. Una montaña en Chacarita

La última: una lectura para el fin de semana. Hace un par de semanas me escribió Laura Ziliani, politóloga especialista en movilidad, para contarme que había escrito un artículo sobre sus vivencias corriendo y recorriendo las inmediaciones del cementerio de Chacarita. A mí es un barrio que me parece tan lindo como hostil y creo que el relato y las fotos de Laura reflejan esa tensión muy acabadamente.

Bonus tracks

  • Una vez que termine con todas las restricciones el gobierno local de París va a continuar con muchos de los cambios que introdujo por la pandemia. Por ejemplo, todos los locales con atención a la calle, no sólo bares y restaurantes, podrán usar el espacio que antes era para estacionamiento de autos particulares para atender al público. 
  • La semana pasada me recomendaron el podcast 99% Invisible y me encantaron algunos capítulos, especialmente el que habla de Fordlandia, la ciudad industrial ideada por Henry Ford en los años 30 en el medio del Amazonas. Ya le dedicaremos un correo.

Eso es todo por hoy.

Que tengas un lindo fin de semana.

Abrazos,

Fer

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Escribo sobre temas urbanos. Vivienda, transporte, infraestructura y espacio público son los ejes principales de mi trabajo. Estudié Sociología en la UBA y cursé maestrías en Sociología Económica (UNSAM) y en Ciudades (The New School, Nueva York). Bostero de Román, en mis ratos libres juego a la pelota con amigos. Siempre tengo ganas de hacer un asado.