Crimen de Fabián Gutiérrez: esto es lo que sabemos

El ex secretario de Presidencia durante los gobiernos de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández fue asesinado en Santa Cruz. Quién era y qué dice la investigación.

Víctor Fabián Gutiérrez fue secretario de Presidencia en los gobiernos de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández. 

Victor Fabián Gutiérrez tenía emprendimientos en Santa Cruz y en Provincia de Buenos Aires. 

Víctor Fabián Gutiérrez era imputado colaborador de la causa conocida como “los cuadernos de la corrupción”.

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Víctor Fabián Gutiérrez tenía 46 años y fue asesinado. Antes, lo torturaron. Murió por asfixia mecánica, estrangulado con un cable. Había desaparecido dos días atrás. Su mamá alertó a las autoridades policiales y así comenzó la búsqueda, en el barrio Aeropuerto Viejo de la ciudad patagónica de El Calafate.

El cuerpo estaba enterrado en una de las viviendas allanadas, donde también se encontró un televisor y un equipo de música que pertenecían a la víctima. El juez de instrucción a cargo de la causa, Carlos Narvarte, reveló que “había una relación sentimental muy profunda” entre la víctima y los detenidos por el crimen. Se estudia que el móvil haya sido económico. La Comunidad Homosexual Argentina (CHA) solicita que se aplique como agravante que fue “un crimen de odio, motivado por la orientación sexual de la víctima”.

El tema podría haber quedado enmarcado en un nuevo y dramático hecho delictivo de los que se compone la historia criminal, pero trascendió esas fronteras a partir de un comunicado de Juntos por el Cambio, que sostenía que “el secuestro, desaparición y asesinato de Fabián Gutiérrez” reviste “la mayor gravedad institucional” y demandaba que el expediente pasara a la órbita de la justicia federal “por la posible conexión con delitos federales”. El texto, que generó controversias internas dentro del partido que gobernó la Argentina hasta diciembre de 2019, lleva la firma de las autoridades del PRO (Patricia Bullrich y Federico Angelini), de la Unión Cívica Radical (Alfredo Cornejo y Alejandra Lordén), y de la Coalición Cívica (Maximiliano Ferraro y Mariana Zuvic). 

En el comunicado de la oposición, se agrega otra demanda: “que no haya familiares de la vicepresidenta Cristina Kirchner en el proceso”. La fiscal que investiga el asesinato a Fabián Gutiérrez es Natalia Mercado, hija de la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, y sobrina de la vicepresidenta de la Nación. 

¿Qué dice la investigación?

Las primeras detenciones se dieron mientras Gutiérrez estaba desaparecido. Se trata de cuatro jóvenes, todos cerca de los 20 años, con apellidos reconocidos en Calafate: Facundo Zaeta, de 19, es el principal sospechoso; lo acompaña su hermano Agustín, ambos nietos de un tradicional escribano de esa localidad de 25 mil habitantes; Maximiliano Gómez, nieto de un ex intendente del territorio; y Pedro Monzón, quien habría sido el que reveló la ubicación del cuerpo. 

El juez confirmó que, además de haber sido estrangulado, Gutiérrez tenía golpes fuertes y varias heridas de arma blanca. Sus verdugos buscaban sacarle información. Por eso se cree que los golpes ocurrieron en la casa de la víctima: querían extorsionarlo hasta saber dónde encontrar su dinero. La principal hipótesis judicial es que los detenidos establecieron un vínculo amoroso con Gutiérrez para chantajearlo y sacarle plata y, como el plan se les fue de las manos, lo mataron y resolvieron esconder el cuerpo a veinte cuadras de la casa. Los especialistas que trabajan en el caso aseguran que es evidente la improvisación en este asesinato y que por eso es forzado pensar en un crimen por encargo. 

Entre los elementos que avalan la teoría del juez Narvarte se cuentan ropas ensangrentadas en las casas de los sospechosos, imágenes de cámaras de seguridad, rastros de sus vehículos, manchas de sangre mal lavadas en la casa de Gutiérrez, que uno de los cuchillos encontrados le pertenece a la víctima, y se esperan novedades de rastros genéticos en su cuerpo. A pesar de que el juez considera que se trata de un homicidio agravado por el número de personas, avisó que definirá la calificación “más adelante”.

Al momento de su detención, Facundo Zaeta estaba con la mano hinchada y la cara rasguñada. Enseguida se conoció que tenía antecedentes. Al menos uno. Según diarios locales, en octubre del año pasado fue detenido en un operativo policial en la ciudad de Río Gallegos. Iba junto a otras tres personas a bordo de un Volkswagen Bora con 48 dosis de LSD y unos pocos gramos de marihuana.

Fue el propio juez quien, al anunciar el hallazgo del cuerpo ante la prensa, mencionó la posibilidad de que se tratara de lo que dio en llamar “móvil pasional”, expresión en desuso porque parece contener una justificación, como si desde la pasión se pudiera explicar un acto tan brutal. Lo que buscó el magistrado fue dar cuenta de que puede existir una relación afectiva, amorosa o sexual entre la víctima y todos o algunos de sus victimarios. “Estamos frente a un caso inédito por la edad de los chicos que presuntamente participaron del hecho. Eso es muy llamativo. Había, aparentemente, una amistad más profunda entre uno de los detenidos y Gutiérrez”, comentó Narvarte.  

El juez cree que el vínculo permitió que Gutiérrez y Zaeta tomaran alcohol esa jornada y que eso pudo haber facilitado que el ex funcionario quedara maniatado, algo que se hubiera complicado de otro modo porque su contextura era más pesada que la del adolescente. Luego se habrían sumado los otros involucrados. 

Gutiérrez había comprado un ron la noche del crimen y eso fue parte del botín que se llevaron los delincuentes, además de un televisor, un equipo de música y el celular del dueño de casa, descartado en el camino. Para peritar el teléfono, se recurrió a Gendarmería Nacional porque hay dificultades con su desbloqueo.

La novia de Facundo Zaeta, Fiona Wyss, declaró ante el juez como testigo y aportó detalles de lo que hizo la noche del jueves 2 de julio, cuando se presume que ocurrió el crimen. La estrategia del abogado defensor al inicio de la investigación, Carlos Muriete, era la de acusar al juez de “carecer de imparcialidad”. Según Muriete, Narvarte se excedió en sus declaraciones públicas y prejuzgó a los detenidos. Al equipo defensor ahora se sumó Carlos Telleldín, quien fuera señalado por participar en el atentado a la AMIA.

Para Gabriel Giordano, abogado de la familia de la víctima, el móvil fue económico, motivado por la venta de dos vehículos, un camión y una camioneta, cuyo dinero la banda creyó que Gutiérrez llevaba encima o guardado en su domicilio. «Descartamos en prima facie que este crimen tenga vinculación con la vicepresidenta Cristina Kirchner», le dijo al diario La Nación el abogado, patrocinante de Teresa García, madre de la víctima. Amigos y familiares emitieron un comunicado donde solicitan “a los medios, periodistas y dirigentes de todo el arco político respeto, empatía y paz, pero, sobretodo, calma, dejando actuar a la justicia, apartándose de hacer especulaciones dolorosas, interesadas, de todo tipo y color”.

¿Quién era Fabián Gutiérrez?

“Mi abuela era un cuadro dentro del Partido Justicialista. A raíz de esto es que Néstor Kirchner me lleva a militar. Y luego a trabajar en la gobernación. Con la campaña presidencial del 2003, paso a trabajar en la casa de Santa Cruz en Buenos Aires. Una vez ganadas las elecciones, pasé a desempeñar el cargo de secretario”. Eso le dijo Fabián Gutiérrez al juez Claudio Bonadio en una declaración judicial de octubre de 2018.

Fue en Río Gallegos, donde Gutiérrez conoció a los Kirchner, cuando ambas familias compartían la militancia peronista. También en esa ciudad su mamá se desempeñó durante muchos años como interventora de la Caja de Servicios Sociales de la provincia. 

El cargo de secretario del que hablaba Gutiérrez en su exposición ante la justicia refiere al puesto de secretario de Presidencia de la Nación que ocupó entre mayo de 2003 y mayo de 2005. En 2018, cuando declaró ante Bonadio, explicó en qué consistía su labor: «Pasada una semana de la asunción presidencial, Kirchner me convoca a su despacho y me dice que mi tarea concreta sería el acompañamiento de la primera dama. Yo no recibí muy gustoso esa tarea. Dado el carácter que tenía la senadora, nadie quería trabajar con ella. Mi tarea junto a Cristina era acompañarla a todos lados, de sol a sol, porque yo estaba solo con ella. Tenía un solo franco al mes. También la acompañaba a los viajes oficiales como primera dama. En esas ocasiones, la acompañaba cuando iba de compras. Ella elegía lo que quería comprar y luego iba yo con el dinero y lo retiraba. Las sumas rondaban entre los cuatro y los seis mil dólares por cada viaje. Renuncié el 25 de mayo de 2005, cuando volvíamos de Jerusalén. Yo fui al baño y ella me requirió y no estaba. Discutimos y renuncié. Estaba muy cansado, estuve cuatro meses sin francos».

Gutiérrez volvió a Calafate ese mismo año y se dedicó a la actividad privada. Tiempo después, Cristina Fernández lo volvió a convocar, en su primer mandato. De diciembre de 2007 a enero de 2010, regresó a Casa Rosada como secretario adjunto de Presidencia. Debió renunciar en 2010, ante una denuncia por enriquecimiento ilícito. Para Bonadio, había un «gran vínculo de confianza con el matrimonio de Néstor Kirchner y Cristina Fernández a lo largo de los años», según consigna el diario Perfil. 

Alejado de la función pública, desarrolló emprendimientos en Santa Cruz y en San Isidro, Provincia de Buenos Aires, donde instaló una concesionaria de autos de alta gama. En 2015, junto a su hermana Valeria Martinovich, adquirió el paquete accionario de la firma Patagonia Landscape, a través de la cual compró algunos bienes importantes. Para la justicia, el ex funcionario figura a cargo de al menos 36 inmuebles distribuidos entre El Calafate, Río Gallegos y Ushuaia, unos 35 autos, y al menos tres embarcaciones, dos de ellas a nombre de la sociedad CYD Servicios. También están registrados a su nombre un hotel en Tierra del Fuego, otro en Río Gallegos, dos Porsche, y una mansión en el country Highland Park, de Pilar.

En 2011, el juez Bonadio lo sobreseyó junto a otros ex secretarios en la investigación por enriquecimiento ilícito que lo había hecho renunciar al gobierno. Años después de ese episodio, en 2016, el primero en involucrar a Fabián Gutiérrez ante la justicia fue el ex secretario de Obras Públicas de la Nación José López. El hombre que fue viralizado arrojando bolsos con casi nueve millones de dólares hacia un convento declaró que había recibido el dinero de manos de Gutiérrez. La acusación fue desmentida enseguida porque Gutiérrez demostró que ni siquiera estaba en Buenos Aires cuando, según López, se había producido el intercambio. 

Por la misma época, la Unidad de Información Financiera (UIF) lo denunció por lavado y enriquecimiento. La causa quedó a cargo del juez Marcelo Martínez de Giorgi hasta que estalló la causa Cuadernos y el expediente se juntó con la investigación de Bonadio.

¿Cuál era su rol en la causa Cuadernos?

El nombre de Fabián Gutiérrez estaba comprometido en la causa judicial conocida como “los cuadernos de la corrupción”, que comenzó después de que el diario La Nación difundiera las imágenes de ocho cuadernos con anotaciones de Oscar Centeno, chofer de un funcionario del kirchnerismo, sobre el presunto pago de sobornos vinculados a la obra pública. Con ese material, Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli iniciaron una investigación. 

Gutiérrez quedó detenido por orden del juez y procesado con una decena de empresarios. El ex funcionario no adhirió al programa de protección de testigos, sino que decidió declarar bajo la figura de “imputado colaborador”. Recuperó su libertad cuando Bonadio homologó esa declaración; aunque sus dichos no resultaron gravitantes en relación al origen del dinero sí lo fueron en cuanto al detalle de los hábitos de la ex Presidenta. 

Después de que el juez considerara que Gutiérrez no podía justificar su fortuna, decidió imputarlo por lavado de dinero, comenzó a investigar si no se trataba del testaferro de algún poderoso y le trabó un embargo por 900 millones de pesos. Según fuentes judiciales, antes de fin de julio será la Cámara Federal la que deba definir si esos bienes tienen que seguir embargados. 

Hay motivos para querer investigar el abultado patrimonio de Fabián Gutiérrez y su incremento en los últimos años. También hay razones de sobra para pensar que alguien quiso robarle. Por ahora, no existen indicios que vinculen ambas cuestiones ni su paso por el gobierno. La justicia de Santa Cruz busca determinar el móvil del asesinato para cerrar la etapa de investigación, pero tiene claro que los responsables dejaron rastros por todas partes y que se trata de un hecho que pronto se podrá desentrañar por completo.   

Me siento periodista desde antes de terminar la escuela, cuando colaboraba en programas de Rock & Pop y Supernova. Trabajo en Información General; salud y educación son mis temas preferidos. Hice tele de chica y madrugué siete años para el aire de Metro. Hoy soy conductora de Ahora Dicen en Futurock. Trato de no ser tan porteñocéntrica.