¿Cómo te va en estos días, humano roto y mal parado?

La edición de hoy será monotemática: cambio climático.

Holis, ¿cómo va? Yo acá, un poco ofuscada con las obligaciones después de un fin de semana intenso en el que hubo poco tiempo para el descanso y mucho para activar proyectos. Cuando estoy muy a pleno tengo un truco para no desbordarme del todo: un compromiso férreo con las cosas que hago solo porque quiero. Compromiso en el sentido más estricto, eh. Horarios fijos y constancia. Usar la agenda para todo.

*El meme dice: La agenda gay/lunes:ser gay/martes:tacos/miércoles:ser gay/jueves:ser gay/viernes:super gay/sabado:super gay/domingo:marchar por nuestros derechos

El año pasado tuve un momento en el que me dije a mí misma que no podía ser que lo único que hiciera fuera trabajar y me propuse hacer algo que no me sirviera absolutamente para nada, pero que me gustara y empecé clases de italiano. Como entre mi deseo de dominar la lengua de Dante y su concreción está la profe, tengo que superar la fiaca o el malhumor y dedicarle una hora semanal. Al mandato de la hiperproductividad el placer no se le presenta como motivo suficiente para sostener un hábito, así que enmascararlo en las formas del enemigo me funciona.

Con el mismo espíritu, el jueves pasado empecé un curso de literatura y los redondos con Walter Lezcano. A él te lo había nombrado en otra entrega, es poeta y periodista. La verdad es que juntarme con gente a hablar de representaciones literarias en la obra de Patricio Rey me parece un planazo. Y, posta, si no tuviera una estructura formal para hacerlo me costaría mucho darle espacio temporal y profundidad. 

El curso dura 4 encuentros, así que serán 4 entregas de este news inspiradas por las reflexiones en torno a este ícono de nuestra cultura popular. La primera reunión arrancó con una pregunta que nos va a servir mucho para encontrarnos en el tema de hoy: ¿qué es un fenómeno? Walter dice: “Una falla en la Matrix, un ejercicio de voluntad contra la muerte, una rareza que emerge como luminosidad en el corazón del caos y el desconcierto. En este sentido, todo fenómeno para constituirse como tal tiene que poseer muchas puertas de entrada para buscar ciertas respuestas que le den sentido, explicación provisoria o develar el origen de un tipo de misterio y permanencia. Pensar un fenómeno es necesario porque los fenómenos nos hablan como generación, como seres de este mundo y en muchos aspectos es tratar de comprendernos un poco. Abordamos un fenómeno como quien trata de entender por qué habitamos este suelo”.

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Mi mente, tan poco literaria, tan poco ensoñadora, respondería que “el cambio climático es un fenómeno”, aunque sepa que definir con ejemplos es una práctica abominable. Pero viendo lo que dijo Walter, creo que es una intuición acertada. El cambio climático es falla en la Matrix, porque la estructura productiva que se impuso como imaginario del futuro no asumió que podía condenarnos a un presente constante que es cada vez más urgente. Es una luminosidad que emerge en el corazón del caos, porque nos permite decir cómo, cuánto y por qué esto que nos presentan como orden y progreso es en realidad devastación y supervivencia. Nos habla como generación, porque somos los primeros en tenerlo en cuenta y porque somos los que se tienen que hacer cargo y nos habla como seres de este mundo porque nos demuestra que la naturaleza es un continuo del que formamos parte.

Así que hoy el newsletter va a ser monotemático. Tal vez ya lo sepas. Esta semana el Panel Intergubernamental sobre cambio climático publicó la primera parte de su Sexta Evaluación, el informe del grupo de trabajo I sobre las bases físicas del sistema climático y el cambio climático. Spoiler alert: son todas pésimas noticias. Veamos por qué.

Te aprieto mucho, te pego mucho, te asfixio mucho

Pensar en los fenómenos requiere reconocerlos y delimitarlos. El cambio climático es un conjunto de parámetros íntimamente relacionados que comprende la totalidad del mundo que conocemos. Para luchar contra lo inabarcable que suena esto y la impotencia que implica concebirlo en función de la irrelevancia de cada quién, creo que es útil convenir que el cambio climático hoy es un compendio de aspectos salientes que requieren acción inmediata. 

Si hoy tenés 5 minutos para informarte sobre el tema, acá va lo que tenés que saber:

  • En todas las regiones de la Tierra se observan cambios en el clima, muchos de ellos sin precedentes en miles de años. Algunos, como el aumento en el nivel del mar, son irreversibles (o reversibles en el orden de los cientos a miles de años).
  • Si no hay reducciones inmediatas, rápidas y a gran escala en la emisión de gases de efecto invernadero, limitar el calentamiento global a un aumento de 1.5°C o 2°C respecto a  los valores de temperatura promedio previos a la revolución industrial será imposible (hoy estamos en, aproximadamente, 1.09°C). Con 1.5°C de aumento, habría olas de calor más extensas, estaciones cálidas más largas y estaciones frías más cortas. Con 2°C, las temperaturas altas extremas tendrían una frecuencia que establecería presiones críticas sobre la salud y la agricultura.
  • Muchas de las consecuencias del cambio climático dependen directamente del aumento global de la temperatura, pero las experiencias regionales pueden ser muy distintas de los promedios. Por ejemplo, en el Ártico, el calentamiento es casi el doble que la media global.
  • El ciclo del agua se está acelerando. Esto ocasiona lluvias más intensas que conllevan inundaciones más frecuentes así como sequías más prolongadas dependiendo de la región.
  • En las áreas costeras, continuaría el aumento del nivel del mar, con inundaciones más severas y erosión de la costa. Los eventos extremos que antes ocurrían una vez cada 100 años podrían suceder con periodicidad anual hacia fines de este siglo.
  • Un mayor calentamiento amplificaría el deshielo del permafrost y la pérdida de la capa de nieve estacional, el derretimiento de los glaciares y las capas de hielo, así como la pérdida del hielo marino del Ártico en verano.
  • Cambios en el océano, incluyendo el calentamiento, olas de calor marinas más frecuentes, la acidificación del océano y la reducción de los niveles de oxígeno, han sido claramente relacionados con la influencia humana. Estos cambios afectan tanto a los ecosistemas oceánicos como a las personas que dependen de ellos, y continuarán al menos durante el resto de este siglo.
  • En las ciudades, algunos aspectos del cambio climático pueden verse amplificados, como el calor (ya que las zonas urbanas suelen ser más cálidas que sus alrededores), las inundaciones provocadas por las fuertes precipitaciones y la subida del nivel del mar en las ciudades costeras.

Están tachando tu suerte

Los fenómenos, aun cuando sean unívocamente tal cosa, no se presentan igual en todos lados. Mirá si no los gráficos que acompañan las hojas resumen de sud y norte américa. En nuestra región, los 4 parámetros relevantes y medidos en escenarios de aumento global de la temperatura de 1.5°C, 2°C y 4°C son: temperatura anual máxima, precipitaciones anuales totales, precipitaciones máximas de 5 días y días consecutivos de sequía. En el norte: temperatura media en verano, temperatura media en invierno, precipitaciones totales en verano, precipitaciones totales en invierno. 

En una conferencia de prensa organizada por la organización Periodistas por el Planeta (PPP), la climatóloga chilena y coordinadora del informe, Maisa Rojas Corradi, subrayó la disponibilidad de información regional de este informe sobre los anteriores señalando que “históricamente contamos con menos información sobre América Latina. Tenemos comunidades científicas más pequeñas y publicamos menos, pero también estamos subrepresentados. La inclusión de más investigadores latinos permite asegurarse de que la información con la que contamos esté”.

Dicho esto, entonces, ¿qué podemos esperar en Argentina? Con bastante seguridad: aumento en la media y máxima de precipitaciones, tal como se viene observando desde los 60 en el norte y centro del país. En el sur, si se llega a  los 2°C de aumento de la temperatura global promedio, sequía para mediados de siglo.

Una hermosa dotación vital

Entre todas las cosas que son, los fenómenos son convocantes. En la conferencia de prensa de PPP, la meteoróloga Carolina Vera, jefa de Gabinete del Ministerio de Ciencia y autora del informe, destacó el trabajo plural que implicó redactarlo: 234 autores de 75 países entre quienes el 28% es mujer, el número más alto desde que se armó el grupo de trabajo. Además del esfuerzo por incluir mujeres, Vera resaltó que un 30% de los autores son investigadores nuevos que están comenzando sus carreras. 

Por otro lado, el proceso de elaboración es colectivo desde sus cimientos. El informe se compuso de la revisión de más de 14.000 publicaciones científicas de todo el mundo y, una vez hecho el primer borrador, recibió 50.000 comentarios de pares (el segundo, 76.000), además de las anotaciones de 46 gobiernos.

En el sumario técnico, que acá te dejo linkeado por si querés chusmear, se pueden ver las variables e instrumentos que permitieron componer las distintas áreas del informe. Algunas: paleoclima (esto es: cómo se saben cosas sobre el clima en otras eras y cómo eso permite hacer modelos predictivos del futuro), cambio climático a gran escala, ciclo del agua, respuesta a la modificación en la radiación solar.

Cada una de esas secciones tiene información muy específica que necesita de parámetros comunes para poder compararse e incluirse en modelos multivariables. Van algunas definiciones para que sepas a qué se refieren con cada término:

  • Calentamiento global: el cambio en la temperatura de la superficie en relación a  una medida basal. Los valores específicos, como 1.5°C, 2°C, 3°C o 4°C se definen como cambios respecto a los años 1850-1900, que son los más tempranos en los que se haya registrado información confiable y extensiva a nivel geográfico. 
  • Emergencia: se refiere a la aparición o experiencia de nuevas condiciones en una variable climática particular en una región determinada. Este concepto se expresa a menudo como la relación entre el cambio de una variable climática y la amplitud de las variaciones naturales de esa variable (a menudo denominada relación «señal-ruido», y la emergencia se produce en un umbral definido de esta relación). La emergencia puede expresarse en términos de un periodo de tiempo o de un nivel de calentamiento global en el que aparecen las nuevas condiciones y puede estimarse mediante observaciones o simulaciones de modelos.
  • Emisiones acumuladas de dióxido de carbono: el total neto de CO2 emitido a la atmósfera como resultado de la actividad humana. Un término relacionado -el presupuesto de carbono restante- se utiliza para describir la cantidad neta total de CO2 que podría ser liberada en el futuro por las actividades humanas manteniendo el calentamiento global a un nivel específico, como 1,5°C, teniendo en cuenta también la contribución al calentamiento de otros factores. El presupuesto de carbono restante se expresa a partir de una fecha específica reciente, mientras que el presupuesto de carbono total se expresa a partir del período preindustrial.
  • Desequilibrio energético: en un clima estable, la cantidad de energía que la Tierra recibe del Sol está aproximadamente en equilibrio con la cantidad de energía que se pierde en el espacio en forma de luz solar reflejada y radiación térmica. Los «catalizadores del clima», como el aumento de los gases de efecto invernadero o de los aerosoles, interfieren en este equilibrio, haciendo que el sistema gane o pierda energía. La fuerza de un catalizador climático se cuantifica por su forzamiento radiativo efectivo (FRE) . Un FRE positivo provoca  calentamiento y un FRE negativo un enfriamiento. Ese calentamiento o enfriamiento, a su vez, puede modificar el desequilibrio energético a través de muchos factores amplificadores o amortiguadores.

Utilizando estos términos, entonces, veamos los principales avances de este informe respecto a los anteriores:

  • Calentamiento global observado hasta la fecha: una combinación de mejores registros de observación y una serie de años muy cálidos desde el informe anterior (AR5) han dado lugar a un aumento sustancial del nivel estimado de calentamiento global hasta la fecha. La contribución de los cambios en la interpretación de las observaciones, por sí sola, entre el AR5 y el este informe, conduce a un aumento de aproximadamente 0,1°C en el calentamiento estimado desde 1850-1900. Para el decenio 2011-2020, el aumento de la temperatura global en superficie desde 1850-1900 se estima en 1,09 [0,95 a 1,20] °C. Las estimaciones de los tiempos de alcance de los niveles de calentamiento global y las estimaciones de los presupuestos de carbono restantes se actualizan en consecuencia.
  • Momento en que se cruza el calentamiento global de 1,5°C: los enfoques utilizados en los informes anteriores y este (AR6) son ligeramente diferentes. El informe SR1.5 evaluó un intervalo probable de 2030 a 2052 para alcanzar un nivel de calentamiento global de 1,5 °C (para un período de 30 años), suponiendo un ritmo de calentamiento constante y continuado. En el AR6, combinando la mayor estimación del calentamiento global hasta la fecha y la respuesta climática evaluada para todos los escenarios considerados, marcó que la estimación central de cruzar el límite de 1,5°C de calentamiento global se producirá a principios de la década de 2030, diez años antes del punto medio del rango probable evaluado en el SR1.5, suponiendo que no se produzca ninguna erupción volcánica importante.
  • COVID-19: las reducciones temporales de las emisiones en 2020 asociadas a la contención de COVID-19 dieron lugar a un efecto radiativo neto pequeño y positivo. Sin embargo, las respuestas climáticas globales y regionales a este efecto son indetectables por encima de la variabilidad climática interna debido a la naturaleza temporal de las reducciones de emisiones.

Y repetirme ¡voy a salvarte esta noche!

Los fenómenos hacen que todo sea distinto de cómo era, cambian las reglas. A veces desdibujan las fronteras de lo posible y otras imponen posibilidades. Las cosas ya no son lo que eran después de un fenómeno y no queda claro si nos muestran cómo van a ser o nos obligan a que así sean. 

Respecto a limitar el cambio climático en el futuro, el resumen para efectores de políticas públicas plantea dos puntos: 

  • Desde la perspectiva de la ciencia física, limitar el calentamiento global inducido por la humanidad a un nivel específico requiere limitar las emisiones acumuladas de CO2, alcanzando al menos cero emisiones netas de CO2 junto con grandes reducciones de las emisiones de otros gases de efecto invernadero. Reducciones fuertes, rápidas y sostenidas de las emisiones de metano también limitarían el efecto de calentamiento resultante de la disminución de la contaminación por aerosoles y mejorarían la calidad del aire.
  • Los escenarios con emisiones de gases de efecto invernadero muy bajas o bajas conducen en pocos años a efectos discernibles en las concentraciones de gases de efecto invernadero y aerosoles, y en la calidad del aire, en relación con los escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero altas y muy altas. En estos escenarios contrastados, las diferencias discernibles en las tendencias de la temperatura global en superficie comenzarían a surgir a partir de la variabilidad natural en un plazo de unos 20 años, y en períodos de tiempo más largos para muchos otros impulsores del impacto climático.

Está claro, las medidas tienen que ser drásticas y tienen que ser ahora. Ni el Plan de Políticas Ambientales lanzado el año pasado por el Ministerio de Ambiente ni el Plan de Desarrollo Productivo Verde anunciado este año por el Ministerio de Producción van en esa dirección. 

Además de situar los grandes cambios en un largo plazo con el que no contamos, la producción de alimentos, que según el último inventario de gases de efecto invernadero es responsable del 37% de las emisiones del país, brilla por su ausencia, algo especialmente llamativo en una pandemia cuyo origen más probable sea zoonótico y en un país tradicionalmente agroexportador.

Hay quienes plantean que nombrar estas problemáticas constituye en sí mismo un avance. Pero ése es el problema de no tener definiciones conjuntas que nos permitan saber hacia qué estamos avanzando. Si nos quedamos cortos es lo mismo que nada, porque lo que está en juego es todo. Futuro no es lo mismo que mejora.

Más que nunca, la intención es lo que cuenta, por eso necesitamos saber cuáles son los objetivos a los que apuntamos. ¿Sostener el sistema introduciendo mejoras progresivas que permitan mantener los márgenes de ganancias de las corporaciones o aplicar medidas drásticas para evitar consecuencias catastróficas? 

Hay caballos que se mueren potros sin galopar

En presencia de un fenómeno nos damos cuenta de que lo que sabíamos no es tal como lo creíamos. Si todo lo que compone un fenómeno fuera nuevo seríamos incapaces de reconocerlo, de hacernos parte de él. 

Respecto a esto, hay dos narrativas imperantes. La que nos dice que somos parte del cambio climático y que nuestros esfuerzos privados, sumados, pero digitados por la publicidad, son la posibilidad que tenemos de actuar sobre esto que pasa. La otra, nos señala que el problema del exceso de producción está fuera de nuestro alcance y que nuestras acciones no lo modifican.

*El meme dice: yo recibo ganancias monstruosas a cambio de destruir el planeta/vos recibís un test online para saber cuál es tu huella de carbono.

La distinción clave está entre individual y privado. Es cierto que separar residuos en nuestras casas, por más que todos lo hagamos, no contrarresta la polución de los grandes capitales concentrados. Esas son acciones privadas. Pero podemos tomar la responsabilidad individual de sumarnos a propuestas que marquen límites a la consideración de los bienes comunes como mercancías y a los gobiernos como decisores unilaterales de su gestión.

Estamos en año electoral y, si bien nadie puede predecir el futuro, tenemos más herramientas que nunca para saber que no queremos vivir en el que se nos ofrece.

Te mando un beso enorme,

Agostina

p/d: todas las refes de este news son del primer disco de ese fenómeno llamado Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.

Soy comunicadora científica. Desde hace tres años formo parte del colectivo Economía Femini(s)ta, donde edito la sección de ciencia y coordino la campaña #MenstruAcción. Vivo en el Abasto con mis dos gatos y mi tortuga. A la tardecita me siento en algún bar del barrio a tomar vermú y discutir lecturas con amigas.