Boric y Kast como consecuencia del Octubre Rojo

Chile entra en la recta final de la campaña presidencial. Cómo llega cada espacio y por qué las sorpresas de las encuestas son esperables. Al final, el PLD volvió a ganar en Japón. Varios recuelectorales sobre los vecinos trasandinos. Una pastilla pintoresca sobre las elecciones en Islas Malvinas.

Hola, ¿cómo estás?

Esta semana y la que viene te propongo esta hoja de ruta. Hoy me quiero concentrar en las elecciones generales que se vienen en Chile el 21 de noviembre próximo. Ya coordinamos con Juano: él te va a hablar más adelante del problema de la derecha, yo te voy a contar hoy cómo viene el escenario electoral general con algunas de sus causas.

Pero también recordá que en tan solo 10 días se acaba esta maratón electoral que estamos viviendo en Argentina. Así que preparate porque estoy armando para el sábado 13 un especial de geografía electoral sobre la provincia de Buenos Aires. Sí, mapitas con votos. Con alguna mención también al proceso de escrutinio provisorio que tendrá lugar la misma madrugada del domingo. Además de eso, el lunes 15 de noviembre repetimos tándem con Tomi Aguerre para hacer foco en las legislativas.

Abrite un carmenere. Esta entrega tiene una pinta bárbara.

Chile en reconstrucción

En 17 días Chile tendrá la primera vuelta de su elección presidencial, las elecciones legislativas nacionales (diputados y senadores) y de consejeros regionales. Adivino que empezaste a leer algunas cosas, a meterte en tema. Seguro estuviste viendo en distintos medios y redes sociales que José Antonio Kast aparece primero en varias encuestas que miden la carrera para entrar al Palacio de la Moneda. Seguro empezaste a buscar quién era y te encontraste con que quiere construir zanjas para impedir el ingreso de inmigrantes por el norte, combatir la ideología de género y fortalecer la autoridad presidencial para dar batalla a la inseguridad. Seguro también viste que, enfrente, su principal competidor es Gabriel Boric, diputado de 35 años y referente de las protestas estudiantiles de hace unos años. Y seguro te sorprendiste porque no aparecen los principales actores políticos que marcaron el pulso del país trasandino desde la década del ’90: la todopoderosa ex Concertación y la derecha civilizada de Vamos Chile. Entonces, te preguntaste: ¿qué está pasando en Chile? Bueno, de todo.

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Las encuestas al día de hoy muestran esta foto.

Fuente: Americas Quarterly 

Cuando se confirmaron las candidaturas presidenciales hace algunos meses se armó un juego a cuatro bandas. En la izquierda del espectro ideológico se posicionó, entre otros, Gabriel Boric, sorpresivo candidato, vencedor de la primaria presidencial en Apruebo Dignidad, una coalición formada por el Frente Amplio, el Partido Comunista (PC) y otros nuevos actores sociales y progresistas. Le ganó nada menos que a Daniel Jadue, dirigente del renovado PC, alcalde de la Comuna de Recoleta en Santiago de Chile y a quien muchos daban como el candidato presidencial más competitivo de todos los anotados. Por este mismo lado apareció también Yasna Provoste, senadora nacional por la Democracia Cristiana (DC) y presidenta de la Cámara. Accedió a la candidatura al ganar una interna organizada por el Nuevo Pacto Social, coalición heredera de la Concertación y denominada Unidad Constituyente en las elecciones a convencionales celebradas en mayo pasado. Ahí adentro está toda la izquierda tradicional chilena, como es el Partido Socialista (PS), el Partido por la Democracia (PPD), el Partido Radical Socialdemócrata (PRSD) y, claro, la DC. También se sumaron el Partido Liberal (PL) y Ciudadanos.

Por la derecha también se armaron dos espacios. La derecha más tradicional de Chile Vamos tuvo sus primarias y se anotaron cuatro: Joaquín Lavín (Unión Demócrata Independiente -UDI-), el otro al que todos daban como seguro contendiente; Ignacio Briones (Evópoli), Mario Desbordes (Renovación Nacional -RN-) y el ignoto Sebastián Sichel como independiente. Acá, al igual que pasó en Apruebo Dignidad, hubo sorpresa y Sichel se quedó con la nominación. Pero la derecha no se quedó sola porque silbando bajito apareció José Antonio Kast, ex diputado nacional, ex candidato presidencial en 2017 y 2021, ex concejal y ex dirigente de UDI. Hoy preside el Partido Republicano y va por la tercera para que sea su vencida.

Si volvés a ver las encuestas de más arriba vas a ver que todo arrancó según lo esperado después de las dos sorpresas de las primarias: Boric y Sichel. Ambos empezaron a liderar los sondeos, preparando el terreno para un enfrentamiento entre la derecha tradicional y una nueva izquierda. Más relegados quedaron Provoste y Kast. Pero, en el medio, claro, pasaron cosas. Dos, principalmente, una de nivel dirigencia política y otra de nivel ciudadano. La primera fue el escándalo que desató el cruce de Sichel con Provoste en el debate presidencial del 22 de septiembre, donde ella lo acusó de haber hecho lobby para Burson Marsteller Chile entre 2011 y 2013. Esto ocurrió antes de que Chile sancionara su Ley de Lobby  en 2014, la cual establece un registro de lobistas y reglas claras para el juego del derpo. A eso se sumó la revelación de que Sebastián Piñera, actual Presidente de la Nación por Chile Vamos, apareció en los Pandora Papers por la venta de un proyecto minero (Dominga) sobre el que tenía participación, comprometiéndose a no declarar la zona parque o reserva ecológica a cambio del cobro de la tercera cuota comprometida. Todas bien. La frutilla del postre fue la renuncia del jefe de campaña de Sichel por un informe filtrado sobre aportes irregulares de campaña en el año 2009. Todo en un momento donde la ciudadanía chilena demanda mayor transparencia en el vínculo entre poder político y económico.

La segunda cosa que pasó fue a nivel ciudadano y tuvo dos hechos desconectados pero vinculados públicamente. El sábado 23 de septiembre se produjo una movilización contra el arribo de inmigrantes en Iquique, ciudad ubicada al norte de Chile. La marcha “No+Migrantes” terminó con quema de pertenencias y carpas donde se alojaban familias enteras. Un desastre absoluto y calamitoso. El otro hecho fue la marcha en conmemoración del Octubre Rojo chileno de 2019, que terminó con saqueos, tiros, líos y cosha golda. A ambos sucesos les siguieron interpretaciones, lecturas, declaraciones, apoyos y rechazos de todos los candidatos presidenciales.

Siendo ese el contexto actual, ¿cómo llegamos hasta acá? Lo primero para mencionar es que hay una grave crisis de confianza, de representatividad y de legitimidad del sistema político chileno que se viene palpando hace tiempo ya. Las elecciones de convencionales constituyentes de mayo pasado mostraron un fuerte apoyo a las candidaturas independientes y a los nuevos actores partidarios que surgieron al calor de las protestas sociales y estudiantiles de los últimos años, con la consecuente caída de los partidos y coaliciones más tradicionales. En Chile algo se movió en la base y eso impactó en la Convención Constituyente. Este desencanto con cómo la política está procesando los problemas más elementales de la vida ciudadana se aprecian en la evolución de la encuesta de Latinobarómetro publicada recientemente y que levanté hace dos semanas. El gráfico a continuación muestra una tendencia a la baja en todas las instituciones políticas, como son el Gobierno, la propia Presidencia, el Congreso y el Poder Judicial. También en los actores que las llenan, sus partidos políticos. Esto coincide con este artículo que me pasó Juano. Legitimidad institucional, decime qué se siente.

Fuente: elaboración propia en base a Latinobarómetro. % de confianza suma las respuestas a la encuesta bajo las categorías “Algo de confianza” y “Mucha confianza”. La pregunta realizada es “Por favor, mire esta tarjeta y dígame, para cada uno de los grupos, instituciones o personas de la lista ¿cuánta confianza tiene usted en ellas?”. Rojo = Congreso. Azul = Gobierno. Celeste = Presidente. Verde = Poder Judicial. Naranja = Partidos Políticos.

Lo segundo para resaltar es que la disputa por el primer lugar entre Boric y Kast es una clara consecuencia de la caída de los partidos y coaliciones más tradicionales en Chile. Los dos son producto del estallido social del 2019, no solo Boric. El Octubre Rojo chileno tiene su correlato hoy en día en dos candidaturas nuevas. Una por izquierda, que es la de Apruebo Dignidad, conformada por el Frente Amplio y el renovado PC, a pesar de haber perdido la primaria. Todos ellos ocuparon el espacio que dejó la ex Concertación. Esperable porque el reclamo de esas demandas sociales fue mayor justicia social. La segunda es sorpresiva y es por derecha. La alternativa de Kast se centra en el freno que habría que ponerle a esos estallidos a futuro, en volver al orden y progreso chileno, a la estabilidad que una parte de la sociedad demanda frente a un proceso de cambio que viene madurando hace tiempo. El piromaníaco candidato ofrece algo que la derecha más tradicional no hace desde hace un tiempo: cuestionar el consenso. Sencillamente porque fue parte de él. Hablar de lo que no se habla, decir lo que no se dice, proponer lo que no se imaginan. La síntesis de esta disputa se estaría orientando hacia una profundización del reclamo de mayor igualdad versus los diques contenedores para una parte del país que no quisiera cambiar y que, además, ve nuevos problemas que la futura inclusión generaría en la diaria. Ambos, Boric y Kast, sí tienen algo en común: no transaron. Al menos, no se sabe.

Lo tercero es que, como te dije más arriba, esto no es nuevo. El comportamiento del electorado chileno viene cantando hace tiempo que iba a ocurrir. Acá te dejo la cantidad de votos totales obtenidos en elecciones nacionales por la ex Concertación, por la derecha tradicional de Chile Vamos y por todos los nuevos actores agrupados en la categoría otros. Vos dirás, pero a mí me parece que cada vez la franja verde de los nuevos viene ganando terreno y los más viejos no saben cómo evitarlo. Ahora ambos se estarían quedando afuera del ballotage. Tarde piaste.

Fuente: elaboración propia en base a Wikipedia. Publicado previamente en una edición especial de La Gente Vota para la comunidad de Cenital en mayo pasado.

Otros dos indicadores sostienen este proceso de profundo cambio en la competencia presidencial. La volatilidad electoral, que mide la proporción de votos que cambian de espacio político en elecciones consecutivas, y la fragmentación, que mide cuántas candidaturas efectivamente competitivas hay a partir de los votos que obtienen. El próximo gráfico muestra ambos en paralelo y una tendencia creciente compartida. Esto quiere decir que el electorado chileno se volvió más volátil con el correr de los años y dispersó más el voto. Lo cual es una clara consecuencia de nuevos partidos políticos y coaliciones que entraron en el terreno electoral. No solo entraron, sino que lo hicieron con fuerza y votos. Los ’90 estables y concentrados dieron paso a los 2000, levemente fragmentados y algo cambiantes. A partir del 2009 hay vaivenes, pero estamos de vuelta en la senda de la volatilidad y la fragmentación. A niveles que Chile no estaba acostumbrado. Es posible que ambas líneas crezcan un poquito en 17 días o al menos se estabilicen en esos valores. Hoy, nuestros vecinos trasandinos se parecen más a nosotros en el post 2001 que al Uruguay de siempre. 

Fuente: elaboración propia en base a Wikipedia.

Ya cerrando, quiero dejarte un matiz a este escenario y dos aportes sobre las convencionales constituyentes de mayo que desempolvé. El matiz: las encuestas no son todo en Chile, al contrario. Dado que el voto es voluntario desde 2013 y, tal como viste, hay una importante cantidad de encuestados que no tienen definido el voto o no votarán por ninguno de ellos, es difícil prever quiénes pasarán al seguro ballotage de diciembre. Hoy pican en punta Kast y Boric, pero Provoste puede meterse contra cualquiera de los dos y hasta Sichel recuperarse si logra sacarse la mugre de encima. El escenario es totalmente abierto. Los dos aportes. El primero es este audio de Julieta Suárez-Cao, donde me cuenta que el mensaje de las convencionales de mayo fue un duro golpe a la dirigencia política tradicional. Parece que aún siguen en la lona. El segundo es lo que me comentó Javiera Arce, indicando que “a la derecha no le rindió juntarse con la extrema derecha. Son dos agendas separadas”. Parece que, cada uno por su cuenta, se están comiendo mutuamente.

Elecciones Pintorescas

  • Dos entregas más atrás me concentré específicamente en las adelantadas elecciones de Japón. Fin de ciclo, mis polainas. El PLD sigue siendo el jugador fuerte de la política isleña, aunque perdió algunas bancas. A la oposición no le alcanzó con coordinar las candidaturas uninominales. De hecho, el oficialismo subió un poquito en votos y puede gobernar tranquilo. Vamos por los 66 años del PLD.

Fuente: elaboración propia en base a Wikipedia.

  • El lunes pasado nuestro 5 con distribución, Tomi Aguerre, te adelantó que ayer y hoy se vota en las Islas Malvinas. Son las cuartas elecciones desde que entró en vigencia la nueva Constitución, el 1 de enero de 2009. Fue, literalmente, elaborada en noviembre de 2008 a puertas cerradas por la Reina Isabel II con un consejo de asesores políticos llamado Privy Council. Unos días después, la presentó al Parlamento, que la aprobó sin cambiar una sola coma. La estructura institucional de las islas quedó compuesta por un gobernador, designado por la Reina, y una Legislatura, que reemplazó al Consejo Legislativo creado en 1985 después de la guerra. Este recinto sí tiene, desde entonces, carácter electivo y está compuesto por un total de 8 bancas, de las cuales 5 pertenecen a Puerto Argentino y 3 al “Campo” (Camp Constituency), que es todo el territorio que se encuentra a 3 millas y media de la Christ Church Cathedral ubicada en la ciudad. Buen criterio de distritado. ¿Cómo votan? Sólo pueden sufragar, competir y ser electos quienes gozan de «Falkland Island Status», cuyo otorgamiento depende del visto bueno del Gobernador designado por la Reina. Utilizan el método del voto múltiple no-transferible o voto en bloque (lo podés encontrar como MNTV por sus siglas en inglés o como block voting). Cada elector tiene tantos votos como cargos se eligen en la circunscripción que le corresponde (5 en la capital, 3 en el campo). Agarran la boleta y marcan aquellas candidaturas que quieren. Acceden a los cargos los primeros 5 en Puerto Argentino y los primeros 3 en el Campo que más votos totales obtienen. Sencillito para el escrutinio, no creo que necesiten un provisorio. ¿Cómo fue la campaña? Acá un video (hay varios más) donde opinan sobre los vuelos de LATAM que salen desde Chile hacia la isla. Parece que hay consenso. ¿Cómo fueron las anteriores elecciones? Tal como te adelantó Tomi, solo se pueden presentar candidatos no partidarios. Generalmente votan entre 4800 y 5300 isleños (el 90% se concentra en la ciudad). Pero el dato de color hermoso es que vota más gente en el Campo que en la ciudad. En 2009, 2013 y 2017 no bajó de 85% en el primero (máximo 89% en 2009), mientras que en Puerto Argentino rondó siempre el 75% (con máximo de 80% en 2017). Ojo con la tercera banca de Campo, porque en las últimas dos elecciones entraron dos legisladores por muy poco: Ian Hansen le ganó por 5 votos a Melanie Gilding en 2013; y Roger Anthony Edwards Symbol, por 2 a Benjamin William Cockwell en 2017. En términos de paridad de género, vienen mal: sobre 8 bancas, los habitantes de las Islas Malvinas eligieron 4 mujeres en 2009, 2 en 2013 y 3 en 2017. Estate atento al resultado, no te lo pierdas.

Recuelectorales

  • Seguro te quedaste pensando en Chile. Acá te dejo otro recurso que compartí en aquel especial para la comunidad, donde Virginia Oliveros, Noam Lupu y Luis Schiumerini miden la proporción de chilenos que se siente identificado con la derecha. Kast no les dio pelota.
  • Te dejo un paper que escribimos con Carlos Varetto sobre las elecciones nacionales celebradas en Chile en 2017, donde el cambio de sistema electoral a nivel legislativo descomprimió la dispersión representativa que el sistema binominal chileno venía aguantando. Un poco de autobombo no hace daño a nadie. Para saber cómo funcionaba el sistema binominal, acá te lo explica Wikipedia y acá un videíto canchero. Acá otro que armó el Senado de Chile sobre el cambio realizado en 2017.
  • Este otro paper lo escribieron Stéphanie Alenda, Julieta Suárez-Cao y Carmen Le Foulon. Ahí cuentan que hubo un cambio profundo en los valores políticos de la derecha chilena. No solo se volvió más compleja internamente, sino que también surgieron posturas pro-Estado. Esto, tal vez, puede ayudar a ser un condimento más de la caída de un Sichel menos concreto y un Kast más directo.
  • Si hablamos de Kast tenemos que hablar de Epidemia Ultra, el podcast que produce Franco Delle Donne y equipo. En el episodio que le dedicaron hacen foco, justamente, en el problema de que la derecha tradicional pacte con la extrema derecha. Para mí te va a dejar pensando. Marida muy bien con un cabernet franc.
  • Juan Pablo Luna se preguntó en un número especial de la Revista Diálogo Político si los partidos políticos llegaron a su fin a raíz del problema de legitimidad que vienen arrastrando. Entrá a fijarte qué se respondió a sí mismo.

Recordá que, por ser parte de este prestigioso club electoral, podés estar al día con el Google Calendar Electoral (acá desde tu compu y acá desde tu celu) y/o con una lista de Twitter que nutre a La Gente Vota. 

Un abrazo electoral, cuidate y nos vemos en el especial de la semana que viene,

Facu

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Politólogo, consultor e investigador independiente. Hoy me encuentran dando clases en UBA y UTDT. Me encantan las elecciones y me sacan menos canas verdes que Racing. Un hobby que tengo es aprenderme la historia de los partidos políticos. Creo que la política marida muy bien con un tinto.